agosto 30, 2006

El blog de Chubacca

Una característica (no sé si virtud o defecto, o ambas a la vez) de la blogósfera es que se puede trepar a Internet cualquier cosa. Una de las más surrealistas que es visto es el blog de Chewbacca, ese peludo gigantón de Star Wars.

Es una cosa muy bizarra y un poco difícil de entender porque está integramente escrito en lenguaje wookie, que a los humanos nos suena sólo como gruñidos de animal, pero a los que les guste la insolencia gráfica y las ironías no siempe políticamente correctas, podría agradarles. A mi me provoca sentimientos encontrados. A veces me hizo sonreir y a veces me hizo pensar que se manchaba un poco su autor. Advertidos están.

Los ojos del niño

Durante la presentación del programa del 34º Festival Internacional Cervantino en León, Irma Caire, su directora, señaló que además de la oferta explícitamente dirigida a los niños, “todo el festival es para niños, pues no hay público más abierto y receptivo al arte que ellos”.

No le falta razón a la funcionaria. Generalmente pensamos que si no está cubierto de colorcitos, lleva animales parlanchines y canciones, no es para niños, pero no hace falta más que hacerse acompañar de un niño para darse cuenta de lo transparente que es a todo tipo de manifestación artística.

Mil perdones por la referencia personal, pero es lo que tengo más a la mano y dada mi impermeabilidad a los niños (salvo los míos), no me había dado cuenta tan claramente de muchas cosas hasta que me ha tocado criar a un bebé.

Pues resulta el que bebé de marras, mi hijo, sí le gustan las canciones de guardería y, horror de horrores, las de Barney; pero también le divierte mucho el remate clásico del blues (tara ra ra rá) y se embelesa con la ópera o cualquier canto vocal parecido.

Recientemente, “se prendió” con las melodías del grupo Bandula, un conjunto de música afroantillana que en septiembre estará visitando la ciudad para ofrecer un par de conciertos (más que recomendable si piensan que los niños tienen derecho a algo más que Barney).

Para un bebé de pocos meses de nacido, el mundo entero es un cuadro abstracto, una pura composición de formas y colores a las que no se siente obligado a hallarle “significado”. Para un bebé un poco más grande, el mundo entero es un pastel esperando a ser devorado, sin importar modales, consideraciones de tipo sanitario (“Adiel, eso está sucio”) o daño al orden establecido de las cosas (“¡Ya me desacomodaste los DVDs!”).

Es curioso cómo pasamos toda la vida aprendiendo a dejar de ser bebés, sólo para darnos cuenta años después, que era con esa actitud con la que mejor nos hubiera ido con el arte.

Los bebés no le tienen miedo a lo nuevo. ¿Cuántos adultos son capaces en cambio de enfrentarse a un espectáculo de arte contemporáneo? A los bebés no les preocupa demasiado “qué quiere decir algo”. Por el contrario, ¿cuántos adultos se descalifican de ir a ver una exposición porque “no le entienden”?

Los bebés aman el ruido, más que aquellos que desprecian el rock y las óperas de Wagner. Los bebés son curiosos y siempre están buscando algo que los asombre, por muy simple que pudiera parecer. ¿Salimos con esas actitudes ordinariamente de la casa? ¿O decimos que meter las manos en un costal de frijol para sentir su textura es de gente desocupada?

Lo que es más, para los bebés no hay imposibles, por eso su imaginación y fantasía son músculos en mucha mejor forma que en los adultos que, presos de sus paradigmas ordinarios, tienen que meterse a carísimos talleres de creatividad para eliminar el estreñimiento mental.

Con sus asegunes, los bebés raramente se dan por vencidos. Intentarán una y otra vez subir esas escaleras o aprender a impulsarse en un cochecito montable, mientras que los adultos en automático decimos que no servimos para pintar o aprender a tocar un instrumento.

Y mientras nosotros clamamos que “tenemos cosas más importantes qué hacer”, ahí están nuestros bebés divirtiéndose de lo lindo reventando burbujas de jabón, azotando sonajas o rodando pelotas. Puede pasar que al final del día, nuestras “cosas más importantes que hacer” no nos dejen en la cara esa misma sonrisita con la que se va un bebé a la cama.

Ciertamente, los niños muy pequeñitos están demasiado ocupados como para ofrecerle una hora de su valioso tiempo a un espectáculo formal o puede ser que sus expresiones de alegría o disgusto sean socialmente poco adecuadas (ya saben, esos gritotes de aburrimiento en medio de un concierto de la OSUG), pero no hay que perder la oportunidad de exponer a los chiquitos al arte, a todo.

Seguramente ellos algo de provecho le sacarán a ver un cuadro de Pollock y algo divertido les ha de parecer los ruidos extraños metidos a una composición de John Cage. Aunque nosotros no lo entendamos, siempre les podemos pedir que nos lo expliquen.

Publicado en AM León el 26 de agosto de 2006.

El tsunami que viene

Faltan sólo 20 días para la inauguración de las primeras áreas del imponente Centro Cultural Guanajuato. En medio de las grúas y montones de materiales de construcción, se asoman ya la Biblioteca y la Unidad Académica de las Artes casi listas.

Para añadirle una pizca más a esa ensalada de arquitectura contemporánea y cultura de altas miras, este fin de semana Enrique Norten develó su proyecto para el Museo Nacional de la Piel y el Calzado que estará ubicado entre el Estadio León y el Centro Cultural.

Norten ha sacado del sombrero de mago un edificio que sólo a primera vista parece sencillo. Sí, es una caja de cristal ¡pero mide casi 10 metros de altura y va a estar prácticamente flotando sobre el terreno! Es una lección contundente acerca de conseguir el máximo efecto con los mínimos elementos y eso que el creador del Hotel Habita (al que más de media docena de arquitectos le deberían estar pagando derechos por pirateárselo), no es maestro zen.

Con la reciente fiebre de torres residenciales o conjuntos privados de estética cuestionable, da un gusto enorme que por fin León vaya a tener edificios decentes que sean para todos. No habrá necesidad de crear un museo de arquitectura, bastará con pisar la zona del Poliforum.

Una meta que sólo puede ser considerada de ambiciosa, es que el MUNPIC; dedicado a presentar las glorias pasadas, presentes y futuras de la industria que ha identificado a León, esté listo en diciembre de 2007. Si a eso añadimos que medio año después, si todo sale bien, estará alzando el telón del Teatro del Centro Cultural Guanajuato, podemos decir que nos espera un verdadero tsunami artístico en la ciudad.

Una buena capa del polvo del rezago cultural que se había acumulado sobre la melena de León, será sacudido a lo grande en el transcurso de los dos próximos años. No quiere decir que ya todo esté arreglado en la materia para la ciudad, pero vaya que será un gran avance.

Falta lo más importante, que los leoneses se hagan dueños de esos edificios, no porque tengan un título de propiedad o un simbólico ladrillo, sino porque se apropien de bibliotecas, museos y teatros dándoles vida con su asistencia frecuente, porque los hagan parte de su orgullo como habitantes de esta tierra.

Noticias de Canadá
Mientras usted está hoy tranquilamente almorzando esos chilaquiles o ese menudito, hay más de un artista leonés trabajando lejos de su tierra.

Ya en otras ocasiones hemos hablado de jóvenes que están estudiando en la Escuela de Música de la Universidad McGill, de Canadá (Jaime Sandoval); el Instituto Pontificio de Música Sacra, de Italia (María Eugenia Guerrero) o el Conservatorio Rimsky Korsakov, de Rusia (Laura Noemí Valderrama).

Pero también hay leoneses trabajando de forma profesional en otras latitudes. Un caso encumbrado es el del compositor y flautista Luis Romero, que desde hace algunos años anda creando música contemporánea en Alemania.

Esta semana nos han llegado noticias de Canadá, con la presentación de la obra en progreso “Tiny Apocalypse”, de Camille Gingras, una activa dramaturga y actriz de teatro físico nativa de Columbia Británica. Bueno ¿y eso a nosotros qué?

Pues resulta que Camille Gingras es una de las actrices que colaboraron en el montaje “El suicidio”, que hace un par de años montaron los canadienses de Boca del Lupo y los leoneses de San Banquito en un Festival Cervantino. Al parecer, Gingras hizo buenas migas con sus colegas del Bajío, pues en “Tiny Apocalypse”, se hace intensivo uso del video, rubro que ha quedado a cargo de Candelario Andrade.

“Cande” para los cuates, comunicador egresado de la Universidad De la Salle Bajío, ha sido también locutor de radio y mago de los entretelones técnicos en San Banquito. Da gusto saber que ahora anda desparramando su creatividad en la escena alternativa de Vancouver.

De “Tiny Apocaypse” hemos podido averiguar que se trata de un espectáculo unipersonal de Gingras que todavía está siendo creado mediante un taller en Theatre Replacement, una organización independiente dedicada a las artes escénicas. La historia es una fábula contemporánea acerca de los avatares de una oficinista.

Publicado en AM León, el 19 de agosto de 2006. Día de mi cumpleaños, por si alguien quiere saber.

agosto 12, 2006

Dura hasta que se acaba

¿Qué habría pasado si el editor de Gabriel García Márquez le hubiera dicho: "Oye, van muy bien tus Cien años de soledad, por qué no le agregas unos 20 más? ¿Y que tal si después de la segunda parte de Don Quijote, Cervantes hubiera salido con la batea de babas de que el Caballero de la Triste Figura en realidad no se murió y que estaba listo para nuevas aventuras?

¿Estuvo tentado Da Vinci a convertir la Mona Lisa de una pintura de caballete a un monumental fresco? Si el Pensador de Rodin se ve bien con sus 1.83 metros de altura, ¿porque no lo hacemos un Coloso de Rodas?

El punto después de esta perorata es la proporción. De lo importante que es que una obra dure lo que tiene que durar, ni más ni menos.

Esa lección parece que no la aprendieron los productores de "Amor en custodia", el teledramón que, ¡Bendito Dios! concluyó este viernes. La telenovela, que se extendió por más de un año, es un ejemplo contundente de cómo el abuso en las extensiones puede echar a perder una cosa.

Desde el inicio, la dichosa novela portagonizada por Margarita Gralia y Sergio Basañez no pintaba para obra maestra, sino para un raro híbrido entre "El guardaespaldas" y "El graduado". Pero, logró convertirse en un espectáculo televisivo atractivo. Hasta yo me puse a ver algunos capítulos, seducido por la densidad de algunos personajes un tanto atípicos.

Pero todo se fue el carajo a principios de este año, cuando, ante los altos niveles de audiencia, TV Azteca decidió alargar la telenovela y comenzó a hacerle remiendos a la historia, inventarse personajes y hermanas gemelas, revivir muertos y, al más puro estilo Disney, hacer que los villanos se volvieran virtuosos. El resultado fue un bodrio barato, absurdo, ridículo y donde la lógica fue enviada a vacacionar a ese perdido rancho que queda en la carretera a Guadalajara.

Lo más inexplicable es que alargarla brindó un resultado contraproducente. No hubo más gente viendola, sino al contrario y a pesar de que el rating cayó a niveles totalmente mediocres, ni así TV Azteca se apresuró a darle una salida decorosa.

"Amor en custodia" se convirtió en la telenovela que Juan Orol hubiera hecho si éste hubiera hecho novelas. Ayer vi el último pedazo del final, sólo para retorcerme de la pena ajena. Dieron a entender que todos los personajes se murieron, pero luego, sin ninguna explicación, todos estaban haciendo su vida normal.

Lo más absurdo es el pretendido "flashfoward" con los niños, donde una voz en off va diciendo qué va a ser de ellos. Resulta que todos se convierten en campeones, super empresarios, grandes artistas, modelos millonarias, profesionistas exitosos.... ¿Pues de dónde con esas familias tan disfuncionales y enfermas que tuvieron? Ni modo que también haya que sepultar a la psicología familiar.

Definitivamente, ninguna telenovela será jamás una obra admirable, porque cuando camina para ello, siempre surgirá el productor menso que sumbirá a la tentación de alargarla. A ver qué le pasa a "Montecristo". Capaz que al pobre de Edmundo Dantes lo mandán varias veces a la cárcel nomás para hacer tiempo.

Cultura presa

Este martes, serán inauguradas las nuevas instalaciones de la Escuela de Música Silvino Robles en la Ex Cárcel Municipal. Con ello, el histórico edificio de Justo Sierra y Belisario Domínguez le hará honor a su denominación de centro cultural.

Hay que recordar que al entrar en vigor, en el año 2000, el actual reglamento del Instituto Cultural de León, se bautizó al antiguo presidio como Centro Cultural Octavio Paz, aunque esa denominación no se ha hecho de uso general porque hasta ahora el espacio mismo no había funcionado como tal.

Ahora que la Ex Cárcel es totalmente territorio ICL (la Biblioteca Wigberto Jiménez se va a mudar al Centro Cultural Guanajuato y hace años que las oficinas de Desarrollo Urbano salieron del lugar), va a poder hacerle justicia al título de “Centro Cultural”, pues además de ser la sede del organismo de cultura del municipio, también acogerá a sus escuelas de artes plásticas y música.

Aunque se puede debatir que el recinto se llame “Octavio Paz”, en detrimento de algún prócer local al que le vendría mejor ser más reconocido en su casa (mientras que nuestro difunto Nóbel ya debe tener completa su baraja de calles, auditorios, premios e instituciones que llevan su nombre), no se puede soslayar el gran potencial de tener varias instancias culturales bajo el mismo techo.

Ya desde hace un par de años se comenzó a darle aprovechamiento artístico a los dos patios de la Ex Cárcel. Al principal como galería de exposiciones temporales en proyectos como el Festival Internacional de Arte Contemporáneo o Vive la pasión y el trasero como escenario teatral.

Ahora, con la concentración cotidiana de talentos musicales y plásticos, es indudable que se le dará mayor vida al lugar y lo hará más grato de visitar que cuando había que hacer fila ahí para pagar el predial o conseguir una licencia de construcción.

Buenas cuentas
Es imposible que en detalle se expongan los resultados de todas las áreas de gobierno durante los informes anuales del Ejecutivo. Es el caso de los resultados del Instituto Estatal de Cultura. Gana más relevancia el pleito entre diputados por el tono de la respuesta del Legislativo que cualquier logro cultural.

En general, el IEG, encabezado por Jorge Labarthe, entrega buenas cuentas durante el sexenio que termina. Entre sus resultados se menciona la puesta en marcha del Centro de las Artes de Salamanca, la Biblioteca Central próxima a inaugurarse en el Centro Cultural Guanajuato y el Museo de Sitio Arqueológico de Plazuelas.

En el apartado de cultura del 6º Informe de Gobierno de Juan Carlos Romero, se menciona que se han atendido más de 25 millones de personas en los últimos seis años y que se rebasaron todas las metas del plan estratégico 2000-2006.

Más allá de las cifras, es digno de resaltarse los resultados del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes, que concede las becas para creadores y promotores artísticos de la entidad. Los jóvenes creadores becarios se han llevado algo más valioso que el dinero: la tutoría y el acompañamiento de destacados especialistas, lo que ha hecho que cada vez haya más guanajuatenses ganando premios nacionales o participando en certámenes de renombre.

Con su actividad atomizada en 46 municipios, es difícil apreciar a simple vista el trabajo del Instituto Estatal de Cultura. Algunos de sus programas han sido por demás exitosos, como Fotoguanajuato y otros se antojan más disparejos, como “Vive la magia”.

Con la renovación el Ejecutivo Estatal a finales de septiembre se abrirá un nuevo capítulo en la historia del Instituto Estatal de la Cultura. Es difícil que Labarthe sea ratificado como titular, habida cuenta de que éste ha sido su segundo período al frente del organismo, pero no faltan las personas que estarían a favor de la continuidad. Habrá qué ver.

Manita de gato
No con la oportunidad con que dijimos que había bochornosas goteras sobre el escenario o una grosera rasgadura en el telón, hay que resaltar la flamante nueva alfombra que recubre el vestíbulo del Teatro Manuel Doblado desde hace varias semanas, la reparación de su telón y la manita de pintura (esa sí ya desde el año pasado). Pian pianito el Doblado anda haciendo evidente su manita de gato.

Publicado en AM León el 12 de agosto de 2006.

Difícil lo sencillo

Ciertamente que el trabajo de los bibliotecas públicas tiene sus entretelones, pero ninguna persona común y corriente se hubiera imaginado el dato aparecido en la sección local de AM ayer referente a lo tardada que es la catalogación de los libros.

Puede pasar hasta un año desde que un libro llega a la biblioteca hasta el momento que obtiene su registro y por lo tanto, es enlistado, catalogado o puesto en el fichero. No es un detalle trivial, puesto que de su aparición en los registros depende que los usuarios sepan siquiera que existe y está ahí.

El meollo del asunto está en el funcionamiento centralizado de la Red de Bibliotecas Públicas del país. Si un libro que no aparece en los registros de esta Red llega a una biblioteca (por donación o adquisición), hay que inscribirlo.

No suena tan difícil, pero lo es. Las bibliotecas municipales no pueden hacer ese registro por sí solas. Si a la Biblioteca Pública de San Prisciliano (localidad ficticia, para que no se enoje nadie) le donan un ejemplar de “Las aventuras del Carcamán” y da la mala suerte que es un libro argentino y no está registrado, el atento bibliotecario de San Prisciliano debe enviar los datos de éste a su Red Estatal, de donde serán remitidos a su vez a la Red Nacional.

Una vez que ha sido registrado en la Red Nacional (lo que le puede llevar hasta tres meses), la ficha respectiva se despacha a la Red Estatal que la remitió y de ahí, llega de nuevo a San Prisciliano, después de casi un año, tiempo en el cual “Las aventuras del Carcamán” debió pasárselo embodegado, pues sin su “Tarjeta de Identidad” no es posible ponerlo a disposición del público. Es más, nadie sabría que existe.

Tal peripecia se antoja como una barbaridad en los tiempos del Internet. ¿No sería posible que cada biblioteca con su password se pudiera enlazar electrónicamente con la Biblioteca Central de México y hacer sus registros y que una bien programada base de datos se encargará de evitar los errores o registros duplicados? Vamos, sí así más o menos funcionan los bancos.

Debo admitir que soy un completo ignorante de las entrañas y aspectos más técnicos del funcionamiento bibliotecario, pero esa descripción general me pareció descabellada. Ya se sabe que pareciera que la tarea del gobierno es hacer difícil hasta lo sencillo, pero no hay que exagerar, ¡sí sólo se trata de hacer una ficha bibliográfica, por Dios!

Tener orden en una biblioteca no debe ser fácil (si no es fácil siquiera tener ordenada nuestra colección de historietas de “El Hombre Araña”), pero como se dice, a grandes males, grandes remedios. Muchos profesionales del ramo hay en el país como para diseñar un sistema más ágil de registro bibliográfico. A ese paso, va a ser más fácil conseguirse en Internet una copia pirateada de “Las aventuras del Carcamán” que esperarnos a que la biblioteca más cercana deje de no- tenerlo teniéndolo.

Velitas de aniversario
Este mes de agosto, dos significativas agrupaciones artísticas leonesas estarán de cumpleañeras. Por un lado está Odissea Teatro, conjunto dirigido por Leopoldo Ibarra y que celebrará su vigésimo aniversario con par de estrenos los días 22 y 23.

Aunque no tiene un ciclo semipermanente de funciones semanales como San Banquito o Luna Negra, Odissea Teatro es uno de los grupos más activos de la escena local y, de hecho, es el último superviviente de esa efervescencia teatral que se vivió en la década de los ochentas, animada por personalidades como Arsenio López (RIP), Xavier Angel Martí, Eulalio Nava, Carmen Calderón y el propio Ibarra.

También será el mes de aniversario de Danza Contemporánea de León. Aunque formalmente el grupo cumplió en junio 15 años de haber debutado, será hasta este 25 de agosto que los celebrará con el estreno de su nuevo espectáculo en el Teatro Manuel Doblado.

Dirigido por Juan Caudillo y Sylvia Salomón, el conjunto coreográfico se ha ganado una sólida reputación en el centro del país por su compromiso artístico y su más que digno nivel de calidad. Su función de aniversario será una buena oportunidad para vislumbrar la evolución en el lenguaje dancístico de la compañía.

A Danza Contemporánea de León y Odissea Teatro, muchos años más.

Publicado en AM León el 5 de agosto de 2006.

agosto 04, 2006

Serás salvo

Una amiga que paseaba por Texas me ha enviado esta imagen donde se prueba que este blog es sumamente popular en Corpus Christi....

Bah! Claro que no es cierto. Es una imagen creada en el sitio Church Sign Generator, donde cualquiera puede producir un letrerito personalizado que emule a esas inspiradoras frases que hemos visto afuera de los cines tomados por los de Pare de Sufrir.

Me gustan mucho estos detalles que no sé si son pop o kitsch. Me hacen reir mucho por ejemplo los letreritos que hay en la iglesia de Springfield en "Los Simpson", pero ya en un plano muy serio hay algo que admiro profundamente de las iglesias bautistas: la oratoria de sus predicadores y la música gospel (¡Yeah, God!).

Alguna vez sintonice en casa de mi suegros un canal bautista justo cuando estaba dando su sermón un predicador y aunque sólo estuve en esa señal 3 minutos ¡Me hizo sacar una lágrima con su elocuencia! Todavía hoy escucho la grabación del "I had a dream" del maestro Martin Luther King (todo un señor ministro) y se me pone la carne de gallina.

Y el gospel es la neta. Claro que Bernal Jiménez me excomulgaría por decir eso, pero el gospel es una descarga emotiva tremenda e irresistible. Quedará muy bien conmigo el que me regale un buen disco de gospel en mi ya inminente cumpleaños.

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