mayo 31, 2008

Cosas que aprendí

Cosas que aprendí mientras no escribía en el blog:

- Que la música que acompañaba los anuncios de Marlboro era el tema de la película "Los siete magníficos".

- Que existían dos compositores rusos llamados Anatol Liadov (1855-1914) y Georgy Sviridov (1915-1998) y que el primero hubiera escrito la partitura para "El pájaro de fuego", pero como era tan desidioso como yo, Diaghilev terminó encargándosela a Stravinsky (y el resto es historia).

- Que Liadov y Sviridov son tan poco conocidos, que ni siquiera tienen artículo en la edición en español de la Wikipedia.

- Que Irapuato se llamaba en chichimeca Xiriquitzio, pero como a los españoles no se les facilitaba el nombre, lo pronunciaban como Jiricuicho.

- Que el uniforme de la Selección Nacional de Holanda es color naranja en honor a la Casa Real de ese país: Orange-Nassau.

Maldito mayo

Parece ser que el mes de mayo es mi talón de Aquiles. Nuevamente, por tercer año consecutivo, será el mes más improductivo de este blog. Hasta hace unos minutos, registraba sólo tres entradas. El año pasado también me la volé: sólo 5 post en todo el mes. Del 2006 ni hablar, de plano no escribí nada.

¿Tendrá que ver la Feria del Libro? Pues en este caso sí, y además se agregó la circunstancia de mis vacaciones, que algunos de los más atentos lectores intuyeron. Que curioso que cuando más se celebra en León al oficio de escribir me falte el tiempo para hacerlo, que por falta de tema no ha sido.

Bien pudiera haber hablado de la crónica vocación del Equipo León por los desastres (se confirma mi adaptación a la Ley de Murphy: "El León siempre va a perder precisamente cuando sea más doloroso e inadmisible perder"); de los hijos reconocidos y no de ciertas güeras del mundo del espectáculo y hasta del Gran Premio de Mónaco, no, de Fórmula 1 ya no, que me siento Simón del Desierto.

Lo bueno es que mayo se acaba y, como los adictos, significa que toco fondo. Seguro que mañana, en el primer día de junio, saco en un solo día el doble de posts. Así sea.

Premio que inspira

Tal vez sin mucho eco por estos lares, pero la semana pasada se anunció que el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, ese que se han ganado Woody Allen, Paco de Lucía o Bob Dylan, recayó no en una persona, sino en un programa cultural latinoamericano envidiable: el Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela.

Es decir, el más de medio millón de niños y jovencitos venezolanos, la mayoría de ellos de escasos recursos y en situación vulnerable, que han pasado por alguna de las orquestas del país sudamericano, le ganaron en la partida final por el prestigiado galardón a personajes como el arquitecto japonés Tadao Ando y o el compositor francés Pierre Boulez.

El Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela es el modelo que muchos países, incluyendo México, han querido emular para fomentar el aprecio por la música de concierto y la formación temprana de potenciales talentos orquestales.

Es un programa exitosísimo del que han surgido numerosos músicos, buena parte de los cuales nutren la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, el producto más acabado del sistema venezolano, una de las de mayor prestigio del continente y consentida del fallecido director mexicano Eduardo Mata.

El acta del jurado es elocuente en los méritos de este programa fundado por José Antonio Abreu: “por haber combinado, en un mismo proyecto, la máxima calidad artística y una profunda convicción ética aplicada a la mejora de la realidad social. En colaboración con primeras figuras de alcance universal, el sistema creado por el maestro Abreu ha formado a directores e intérpretes del más alto nivel, a partir de una confianza audaz en el valor educativo de la música para la dignidad del ser humano”.

El premio se le dio a Venezuela, pero debe ser muy inspirador para todas esas personas en muchos otros países que deben estar enfrentando insensibilidad gubernamental o desdén de la iniciativa privada en su ideal de construir pequeñas orquestas infantiles y juveniles en zonas marginadas.

No nos vayamos tan lejos: aquí en León, la Biblioteca Infantil Imagina anda peleando por hacer su orquesta entre los terregales de la colonia El Castillo Azul y, digámoslo como va, no recibe ni la décima parte de los impuestos que se le “devuelven” al Equipo León y que a final de cuentas, no sirven más que para puras penas.

Que el Príncipe de Asturias haya recaído en un proyecto que piensa que el arte puede ser un motor de mejora individual y social debe servirnos para creer que eso no es mera utopía.

Por lo pronto, y si usted quiere respaldar, aunque sea con su presencia la idea de una orquesta infantil y juvenil no deje de acudir al Teatro Manuel Doblado este lunes 2, en que se debutará la Praha Musici, conformada por 40 músicos, la mitad de ellos pertenecientes a la Academia Praga Musical.

La cita es a las 19:00 horas, el concierto es gratuito y el programa está inspirado por la metodología Suzuki, influyente escuela de enseñanza musical.

La Gallardo en obras

Luego de que concluyera, hace tres semanas, la exposición con los finalistas de la VIII Bienal Monterrey FEMSA, la Galería Jesús Gallardo cerró sus puertas para acometer trabajos de mejora en sus instalaciones, como lo han podido observar quienes hayan acudido a espectáculos al Teatro Doblado los últimos días.

No es como esos antros y tiendas que dicen que cierran por remodelación y terminan desapareciendo del planeta (¿por qué le costará tanto a la gente decir “se acabó”?). La Gallardo de verdad estará reemplazando todo su piso de madera, que en varios puntos lucía ya demasiado desgastado y hasta desprendido. El piso es la prioridad, aunque si hay oportunidad, el Instituto Cultural de León también espera poder ampliar las mamparas existentes.

Aunque las obras están programadas para terminarse entre finales de junio y principios de julio, la galería abrirá sus puertas de nuevo hasta el 30 de julio, en la inauguración del Festival Internacional de Arte Contemporáneo, toda vez que el lapso de tres semanas entre un evento y el otro no da para montar, presentar y desmontar otra exposición.

Publicado en A.M. León el 31 de mayo de 2008.

Buenas cuentas de FeNaL

Aunque el Instituto Cultural de León todavía no difunde los resultados oficiales de la 19ª Feria Nacional del Libro, de manera preliminar parece ser que la edición ha resultado ser un éxito y superó con poco menos de un 10% la cifra esperada de 80 mil visitantes.

Tras una semana con drásticos altibajos de público (coincidentes con fechas estratégicas como el 10 o 15 de mayo), una muy buena cantidad de público se apersonó en el Poliforum León justo en los dos últimos días de la FeNaL de tal forma que, por ejemplo el domingo, hubo momentos en los pasillos cuyo tráfico era casi indistinguible del de la Feria de enero.

En lo literario y artístico, hay muy buenas cuentas. La Feria fue pródiga en presencias de gran valor, incluyendo la sorpresa de última hora de Elena Poniatowska. Sin duda, es muy buen síntoma que las editoriales estén tomando más en serio a la FeNaL y aporten a algunos de sus autores con mayor valía y nos muestren al común de los mortales que no sólo de Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez o José Saramago viven las letras.

Además, los dos espectáculos diseñados para atraer a los jóvenes cumplieron con creces su cometido. Ximena Sariñana jaló a más de 2 mil 500 personas y Jarabe de Palo metió a 3 mil 500. Eso es más audiencia que la de algunos conciertos de viejos rockeros que han hecho de León parte de sus paseos.

En el plano económico, hay de todo: al que le fue mal, al que le fue muy bien; el que antes le iba mal y ahora le fue bien y viceversa. En una muestra del tamaño y diversidad de la Feria del Libro es raro que le vaya bien a todos, pero parece que en términos generales hubo buen movimiento, especialmente con la jornada especial para profesionales en la que las bibliotecas y otras instituciones de la localidad se surtieron con una buena cantidad de nuevas ediciones.

Sin duda que fue un acierto poner toda la oferta de la FeNaL en una sola planta. Que las salas de conferencias estuvieran justo al lado de los pasillos de la exhibición y que las exposiciones, al colocarse en el vestíbulo, fueran visibles sin alterar el flujo interno del evento, creó un verdadero ambiente de Feria del Libro, si bien, la sonorización de ciertos espacios se hizo un tanto problemática.

Como decía Federico Zermeño en sus tiempos de presidente del Consejo para la Cultura de León: “La Feria del Libro no se clausura, sólo abre un receso hasta su próxima edición”, que será nada menos que la número 20, ocasión ideal para apretar las tuercas y subsanar yerros e incrementar aciertos.

Ratas por el Forum

Tranquilos, no vamos a tirar jitomatazos a funcionarios, sino a hablar de lo que pienso ya es un asunto de inseguridad en la calle aledaña al Forum Cultural Guanajuato. Esta semana, una amiga debió sufrir el entripado de que le robaran su computadora portátil, la cual estaba en la cajuela del auto que había dejado estacionado en la calle mientras atendía un asunto rápido en las oficinas del Forum.

No hubiera comentado ese asunto porque pues “ratas” hay por toda la ciudad; pero parece que esa calle se está convirtiendo en nido. A mi me abrieron el auto hace unos meses para robarse el estéreo (que no se llevaron porque los vio el guardia del Forum, pero los imbéciles rateros lo dejaron inservible) y unos días antes había escuchado de un conocido que le había tocado un disgusto parecido.

Lo que me llama particularmente la atención del caso de mi amiga es que las “ratotas” se hubieran tomado el tiempo no sólo para abrir un chevy, sino también para ponerse a hurgar en la cajuela a ver qué encontraban, como si tuvieran muy claro que podían hallar cosas de valor ahí. Seguro que se trata de ratas a las que ya se les hizo vicio.

Ya sé que la Secretaría de Seguridad Pública no va a poner un policía en cada calle en la que abren autos para robarlos, pero no estaría mal que hiciera un operativo especial por la zona, que sobra decir, es sumamente visitada, no sólo por la gente que va al Forum, sino a los bancos vecinos.

Y una súplica también para General Motors de México. ¡Por amor de Dios, hagan algo con las puertas de plastilina del Chevy!

Publicado en A.M. León el 24 de mayo de 2008.

mayo 20, 2008

Fiesta de la palabra

Reconozco que soy de los que se sintió un poco decepcionado a partir del momento, por ahí de finales de la década pasada, en que la Feria Nacional del Libro poco a poco fue renunciando a los espectáculos flamantes para concentrarse en su programa literario.

Desde hace algunos años, la FeNaL se ha caracterizado por la discreción en el programa que despacha anualmente en el Patio de los Cuentos o su sala de espectáculos (presencias recientes como Ximena Sariñana o Jarabe de Palo son más la excepción que la regla), mientras que sus salas de conferencias se han convertido en epicentros cada vez más febriles para una fiesta de la palabra.

Y lo cierto es que este planteamiento ha resultado ser todo un agasajo. Piénsese tan sólo un momento. ¿En qué universidad tendría uno que inscribirse para recibir “cátedra” en una sola semana, de personalidades tan disímiles como encumbradas de la talla de Ernesto de la Peña, Jesús Galindo, Oscar de la Borbolla, Julieta Fierro o Benito Taibo? ¡Y encima gratis y sin exámenes!

El caudal intelectual y creativo que corre por la FeNaL se ha convertido en uno de los mayores valores de la fiesta del libro leonesa. Qué mejores razones para leer una novela que escuchar el entusiasmo con que de ella habla su autor en directo. Qué mejor invitación a acercarse a esos “aburridos” clásicos que experimentar las originales aproximaciones e interpretaciones que de ellos hacen los especialistas. Qué mejor incitación al vicio de leer, que sentir el poder de la poesía recitada por fanáticos como Oscar de la Borbolla.

Para quienes disfrutan de la literatura o aún incluso, para esos curiosos más avezados que se cuelan a una presentación de libro nomás a ver que sucede, escuchar de viva voz a los autores puede ser altamente inspirador, y remover partes adormecidas de nuestra conciencia. Si es cierto que cada día se aprende algo nuevo, en la FeNaL ese proceso se acelera de manera pasmosa.

Bien lo presume Ricardo Rocha en su programa: la inteligencia también puede ser espectáculo y, como lo demuestra esa inquieta tribu del programa “La dichosa palabra” (que por cierto, transmitió anoche desde la FeNaL), también puede ser muy divertida.

Si aún no se ha dado una vueltecita a la Feria del Libro, aún le quedan dos días. Aproveche la oportunidad y no le tenga miedo a esas salas de conferencias del ala norte del recinto ferial. Si se anima a traspasar la puerta, descubrirá la gran sensación de la fiesta de la palabra.

De barrio a barrio

Este sábado, a las 17:00 horas, la FeNaL tendrá un momento muy especial, pues uno de los mayores emisario del barrio bravo de Tepito, el locuaz Armando Ramírez, vendrá para presentar la nueva edición de la novela “La noche del Coecillo”, obra del escritor leonés Alejandro García.

Publicada hace 15 años por la editorial estatal La Rana, “La noche del Coecillo” es quizá la primera gran novela netamente leonesa y vale la pena hacerse de ella ahora que sale publicada con el sello de Tlacuilo. Pasajes y personajes de la historia serán más que conocidos. Muy interesante será también que piensa de una epopeya de barrio, otro autor que ha hecho de su barrio una epopeya.

La vida sigue

Nomás que se recoja el tiradero en la FeNaL, la vida cultural de León continuará sin apenas pausa. Para el próximo jueves 22 está anunciada la segunda visita de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, que ofrecerá un programa con obras de dos autores rusos muy poco interpretados: Gyorgy Sviridov y Anatol Liadov.

El Forum Cultural Guanajuato también dirá presente el próximo fin de semana, con tres conciertos dedicados a la “música del mundo”, estelarizados por el grupo guanajuatense Ad Libitum, el Eblen Macari Trío, de México y Fandango, Duende y Taraf, ensamble en el que militan músicos de España, México y Marruecos.

Los amantes de la danza, y en especial los admirados del furor del Cáucaso, ya pueden ir apartando también sus boletos para el Ballet Nacional de Georgia, que llega al Doblado el lunes 26. Si hace dos años, el grupo infantil de este conjunto nos deslumbró, ¿qué no harán los mayores?

Publicado en A.M. León, el 17 de mayo de 2008.

mayo 06, 2008

Indice 22, en línea

Uno estuvo de vacaciones, pero la revista Indice León salió puntualita como cada mes. Desde la semana pasada estuvo en sus puntos de distribución tradicionales y desde este martes está también lista su edición electrónica (powered by Issuu).

El tema de portada es, ¿cuál si no? la Feria Nacional del Libro, que inicia este viernes. También hay artículos sobre el nuevo montaje de Armando Holzer, el estreno de la cuarta parte de Indiana Jones y el concierto de Creedence Clearwater Revisited.

 

Quienes estén a favor

En ningún lado dice que sea fácil. Mencione usted un proyecto arquitectónico de gran calado y le encontraremos un detractor. Desde el Guggenheim Bilbao, que a casi todos allá les parecía feo y caro; hasta el MUNPIC, que parecía el leproso de la cuadra cuando se propuso su ubicación en la Deportiva del Estado.

Siempre que se va a intervenir el tejido urbano de alguna manera, surgen voces a favor y en contra. Y como no. Si es difícil poner de acuerdo a la familia reunida en pleno sobre qué cenar en Navidad o a dónde salir de vacaciones, imagínese a toda una ciudad.

Esto viene a cuento por la Plaza del Templo Expiatorio, uno de los proyectos emblema de la administración municipal y que, contrario a lo que pasa con la de la Catedral, empezó a caminar un poco por sorpresa.

Se entiende que, con la marabunta de especulaciones y férrea oposición plantada por los inquilinos del edificio Montes de Oca, con el Expiatorio el municipio quisiera llevárselo todo a la sorda. O al menos eso parezca.

Aunque todas son respetables, no todas las razones de inconformidad contra este proyecto tienen lo mismo de sustancioso. No es lo mismo decir que “se necesita dinero para muchas otras cosas” o de que “es un proyecto de la iglesia”, que un padre de familia justamente preocupado porque no sabe dónde quedará su hijo ahora que derrumben la escuela.

La gestión de esta clase de proyectos deber ser muy tenaz y clara para soportar estoicamente las voces de la primera categoría, pero también muy estratégica y propositiva a la hora de plantear soluciones a las inquietudes más sensibles. Después de todo, esos metros cuadrados que ocupas tú inquilino, o tú escuela, son muy valiosos para mí, plaza; es justo que te compense o te de una alternativa.

Particularmente, me ha causado una curiosidad impresionante ver que aparecen en Línea Directa más testimonios de gente defendiendo al Rolling que a la Plaza Expiatorio y eso que cuando ambos estén abiertos, seguro que habrá más gente disfrutando y estando orgullosa de la segunda que del primero.

Los que estemos a favor, digamos yo. Los simpatizantes deberíamos ser tan activos como los opositores. Como lo dije en alguna entrega anterior: nuestros hijos le van a hallar más sentido a una plaza donde puedan jugar y estar con su familia, que a una calle sin baches. Nada de que hay otras prioridades, los baches siempre van a estar, las calles nunca van a alcanzar.

Traduzcámoslo a economía doméstica. ¿Es más prioritario una fiesta de XV años o tapar las goteras de la casa? Piense en esa modesta familia de al lado y verá que la respuesta no es tan fácil. ¿No se fueron al Monte de Piedad a empeñar la tele para comprar el vestido de su “capullo que ahora es toda una mujer”?

El patrimonio simbólico también vale y mucho. Nadie se detiene a tomarle una foto a una calle de superficie inmaculada o a ese viaducto fluidísimo y, en cambio, ¿cuántas fotos suyas enfrente de un edificio bonito de alguna parte del mundo tiene en su álbum?

Ponerle una plaza a los dos templos más emblemáticos de la ciudad no es un proyecto religioso. Cuando una religión es compartida por más del 80% de la gente se vuelve asunto cultural. Los asuetos de Semana Santa sí son consecuencia directa de la Iglesia, y nadie se ha puesto en contra de ellos.

Si queremos ponerle una plaza al Expiatorio y a Catedral no es porque sean templos católicos, sino porque son dos de los monumentos arquitectónicos más impresionantes que tenemos. Si la historia hubiera hecho que los musulmanes o los mormones hubieran tenido tanta presencia e impacto en la ciudad que les hubiera permitido crear una súper mezquita o un santuario tipo Salt Lake City, claro que también les haríamos una plaza.

Todos somos expertos en saber como gastar el dinero ajeno, todos sabemos qué se debería o no se debería comprar, pero despreocúpese, no serán dos plazas lo que deje al municipio en la ruina. Pasado el tiempo, de lo primero que se olvida la gente es de cuánto costaron esos edificios y rincones donde ahora los turistas y los locales se acomodan para la foto. Pregúntenselo a Bilbao.

Publicado en A.M. León el 3 de mayo de 2008.