agosto 12, 2006

Difícil lo sencillo

Ciertamente que el trabajo de los bibliotecas públicas tiene sus entretelones, pero ninguna persona común y corriente se hubiera imaginado el dato aparecido en la sección local de AM ayer referente a lo tardada que es la catalogación de los libros.

Puede pasar hasta un año desde que un libro llega a la biblioteca hasta el momento que obtiene su registro y por lo tanto, es enlistado, catalogado o puesto en el fichero. No es un detalle trivial, puesto que de su aparición en los registros depende que los usuarios sepan siquiera que existe y está ahí.

El meollo del asunto está en el funcionamiento centralizado de la Red de Bibliotecas Públicas del país. Si un libro que no aparece en los registros de esta Red llega a una biblioteca (por donación o adquisición), hay que inscribirlo.

No suena tan difícil, pero lo es. Las bibliotecas municipales no pueden hacer ese registro por sí solas. Si a la Biblioteca Pública de San Prisciliano (localidad ficticia, para que no se enoje nadie) le donan un ejemplar de “Las aventuras del Carcamán” y da la mala suerte que es un libro argentino y no está registrado, el atento bibliotecario de San Prisciliano debe enviar los datos de éste a su Red Estatal, de donde serán remitidos a su vez a la Red Nacional.

Una vez que ha sido registrado en la Red Nacional (lo que le puede llevar hasta tres meses), la ficha respectiva se despacha a la Red Estatal que la remitió y de ahí, llega de nuevo a San Prisciliano, después de casi un año, tiempo en el cual “Las aventuras del Carcamán” debió pasárselo embodegado, pues sin su “Tarjeta de Identidad” no es posible ponerlo a disposición del público. Es más, nadie sabría que existe.

Tal peripecia se antoja como una barbaridad en los tiempos del Internet. ¿No sería posible que cada biblioteca con su password se pudiera enlazar electrónicamente con la Biblioteca Central de México y hacer sus registros y que una bien programada base de datos se encargará de evitar los errores o registros duplicados? Vamos, sí así más o menos funcionan los bancos.

Debo admitir que soy un completo ignorante de las entrañas y aspectos más técnicos del funcionamiento bibliotecario, pero esa descripción general me pareció descabellada. Ya se sabe que pareciera que la tarea del gobierno es hacer difícil hasta lo sencillo, pero no hay que exagerar, ¡sí sólo se trata de hacer una ficha bibliográfica, por Dios!

Tener orden en una biblioteca no debe ser fácil (si no es fácil siquiera tener ordenada nuestra colección de historietas de “El Hombre Araña”), pero como se dice, a grandes males, grandes remedios. Muchos profesionales del ramo hay en el país como para diseñar un sistema más ágil de registro bibliográfico. A ese paso, va a ser más fácil conseguirse en Internet una copia pirateada de “Las aventuras del Carcamán” que esperarnos a que la biblioteca más cercana deje de no- tenerlo teniéndolo.

Velitas de aniversario
Este mes de agosto, dos significativas agrupaciones artísticas leonesas estarán de cumpleañeras. Por un lado está Odissea Teatro, conjunto dirigido por Leopoldo Ibarra y que celebrará su vigésimo aniversario con par de estrenos los días 22 y 23.

Aunque no tiene un ciclo semipermanente de funciones semanales como San Banquito o Luna Negra, Odissea Teatro es uno de los grupos más activos de la escena local y, de hecho, es el último superviviente de esa efervescencia teatral que se vivió en la década de los ochentas, animada por personalidades como Arsenio López (RIP), Xavier Angel Martí, Eulalio Nava, Carmen Calderón y el propio Ibarra.

También será el mes de aniversario de Danza Contemporánea de León. Aunque formalmente el grupo cumplió en junio 15 años de haber debutado, será hasta este 25 de agosto que los celebrará con el estreno de su nuevo espectáculo en el Teatro Manuel Doblado.

Dirigido por Juan Caudillo y Sylvia Salomón, el conjunto coreográfico se ha ganado una sólida reputación en el centro del país por su compromiso artístico y su más que digno nivel de calidad. Su función de aniversario será una buena oportunidad para vislumbrar la evolución en el lenguaje dancístico de la compañía.

A Danza Contemporánea de León y Odissea Teatro, muchos años más.

Publicado en AM León el 5 de agosto de 2006.

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