Pues, bendito sea Dios, se acabó la Temporada Electoral 2009. Al contrario de las rebajas de Fábricas y de Zara, no queda mercancía a mitad de precio, sólo montones de propaganda, caras largas entre los derrotados, gestos de orgullo entre los vencedores, unánime alivio entre quienes nos libramos por fin de la andanada de MUY MALA publicidad electoral que tuvimos que soportar.
A mí la jornada me causa sensaciones encontradas. Creo que me preocupa lo mismo la hegemonía del PAN en Guanajuato, que el avance espectacular del PRI en todo el país.
Me espanta que el electorado estatal pareciera pasar por alto detalles como las placas "gratis", los excesos de información pública reservada, el fiasco del tren interurbano y hasta la puntada del millón de pesos que nuestros diputados locales tiraron a la basura con la frustrada "primera piedra" del nuevo Palacio Legislativo el año pasado.
E igual me aterroriza que el PRI esté preparando su retorno triunfal ¡¡¡con Peña Nieto como delfín y la Gaviota de Primera Dama!!!
De verdad, que a veces pareciera que no hay ni para donde hacerse, pero ni aún así creo que el Voto en Blanco (que se colocó como la "cuarta fuerza" del país) sea la solución. Ojalá los vencedores sepan leer no sólo las cifras de los votos a favor, sino también de los que tuvieron en contra.
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