Un teatrito en el Juárez

Lo confieso. Siempre me pareció que el recordado y veterano colega Arturo Barrera Mauri, pecaba de exagerado cada vez que se encabritaba porque al Teatro Manuel Doblado llegaba el show de Polo Polo o la última gracejada de Jorge Ortiz de Pinedo. Murió antes de que Los Mascabrothers se hicieran populares, si no, seguro que también les hubiera atizado desde su columna.

Pero ahora, no puedo indignarme menos que él, al enterarme que TV Azteca, con el aval de alguien de no muy educado criterio en el Gobierno del Estado, transmitirá la gran final de su más reciente porquería televisiva (El Gran Desafío de Estrellas), ¡desde el Teatro Juárez!

¿No es eso uno de los pecados que claman al cielo? El Teatro Juárez de Guanajuato es muchas cosas: una joya arquitectónica, el testimonio de una época, pero también, me atrevo a decirlo, un santuario del arte.

Vamos, yo nunca me he metido a ese lugar para otra cosa que no sea ver a Sir Peter Maxwell Davies dirigiendo; a la Royal Philharmonic Orchestra; a la Companía Nacional de Teatro Clásico de España; al Teatro Malandro de Suiza, al Teatro Mladinsko de Eslovenia o al Deutsches Theater de Berlín....

¿Y ahora resulta que será el foro para oír cantar al "Travieso" Arce, para el eximio Paolo Botti y para ese titán del carisma y la expresión oral que es Rafael Araneda? Don't-fuck-me!

Es una pésima idea por todos lados, hasta en el práctico. Es un teatro pequeñísimo y de aforo limitado, para una producción tan pantagruélica como el programa de marras. ¡Se va a llenar con el puro staff y familiares!

Comprendo que el hit del momento es que los estados paguen a televisoras para promoverse, pero pues igual de promovido hubiéramos estado con esa emisión en el Auditorio del Estado o la Alhóndiga de Granaditas, que sin son escenarios masivos.

Podría estar de acuerdo en que prestes el Juárez para un programa de TV, pero ¿para el Gran Desafío? O sea, ¿tan bajo anda el standard? ¿Cuando diablos han prestado la Scala de Milán para la versión italiana de Operación Triunfo?