Ya han de saber que ayer murió Steve Irwin, ese australiano zafado que conducía el programa "Cazador de cocodrilos", en Animal Planet.
A mi me causó gran impresión tanto que se hubiera muerto alguien que tenía un hijo de 2 años, como el hecho de que la acusada de haber acabado con Irwin hubiera sido una mantarraya. Yo tenía la idea de que las mantarrayas eran unas buenas bestias marinas incapaces de dañar a un ser humano. Vamos, no tienen dientes siquiera, pieles venenosas ni algún otro instrumento defensivo o de ataque.
Pero como hay dos cosas que no cuestan nada en la vida, soñar y consultar la Wikipedia, encontré que lo que mató al Cazador de Cocodrilos fue una Raya, no una Mantarraya. Las rayas, especialmente las australianas, sí tienen un aguijón venenoso en la cola. No es tanto la toxicidad del veneno lo peligroso, sino que el juguetito mide 30 centímetros y es tan afilado como un bisturí.
Descanse en paz Irwin, aunque supongo que era la forma de morir más ad hoc para alguien como él.
septiembre 05, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
sí esto es lo mismo de arriba
sí esto es lo mismo de arriba
y el usuario anónimo dijo...
Oyes, pero ya en serio, a mí también me impresionó, porque te acuerdas cuando metió a su bebé a la boca del cocodrilo casi, y que dijo que el sabía lo que hacía y que era un profesional... no ps uno nunca sabe.
Oigan, anónimos. No sean así. Mejor elijan la opción "Otros" y pónganse Juanita Banana, o algo así.
Publicar un comentario