Si, como yo, son usuarios de Bancomer y suelen utilizar sus cajeros automáticos, habrán notado que de un tiempo para acá la institución tiene la costumbre de ofrecerte un préstamo al terminar cualquir operación el el cajero y extenderte un papelito con las condiciones.
Puesto así no tiene nada de malo, pero da la maldita casualidad que el cajero automático es un ente estúpido y sin memoria y te hace el ofrecimiento del prestamo ¡¡¡¡¡todas las veces que vas!!!! haciéndote perder al menos 30 segundos de tu tiempo para hacerte la oferta, que ya te ha hecho quién sabe cuántas veces, imprimirte el papelito y devolverte la tarjeta.
Algo me hacía sospechar que eso no era lo peor y, entonces, sólo por fregar, cuando el cajero me sometió a esa rutina endiablada y, antes de devolverme la tarjeta me preguntó que si quería hacer otra operación, le dije que sí. ¡Y al final de ésta me volvió a hacer el ofrecimiento del préstamo!
Con esto, Bancomer está haciendo méritos para entrar en la Sala de Honor del absurdo, no sólo por despreciar el tiempo de sus usuarios (cronometrada, la rutina extra del "prestamito" añade 30 segundos a tu operación en el cajero; multiplícala por las veces que vas al cajero o, peor, por los cientos de clientes que lo utilizan), sino también es una total inconsciencia ecológica por el desperdicio de papel.
Lo peor es que ni cómo quejarse.
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