Desde finales del año pasado, habíamos previsto que todos los festivales culturales del país iban a resentir los efectos de la actual crisis económica global, pero en general, dados los ejemplos del Festival de México en el Centro Histórico, el Festival de Mayo en Jalisco y hasta el Cervantino, el golpe había sido notorio, pero no desproporcionado.Una historia diferente nos llega con el Festival Internacional de Santa Lucía, creado por Monterrey para darle continuidad al Forum Mundial de las Culturas que realizaron en 2007 y que este año iba apenas por su segunda edición.
El FISL es la primera víctima de talla grande de los recortes presupuestarios. Según informa Milenio, el festival regio recibió un tijeretazo de nada más el 60%. De los 46 millones de apoyo estatal que pedía su patronato, este año tendrá que conformarse con 11. Y de los más de 150 millones de presupuesto total que hubo el año pasado, para este, se darán de santos con que se acerquen a los 80.
El Festival se realizará del 20 de septiembre al 25 de octubre. Aprovechará muchas de las actividades que las sedes y museos que lo acogen ya tenían programadas por su cuenta y varios de sus grandes atractivos son compartidos con el Cervantino (Studio Festio o el Nuevo Ballet Español, por ejemplo).
Hagamos changuitos porque recortes así sean la excepción y no la norma.
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