Carta a los Reyes

Nunca he entendido porqué los Reyes Magos lo dejan de visitar a uno por ahí de los 12 años de edad. Justo cuando va empezando esa etapa de la vida en que a uno se le van antojando cosas más interesantes.

Quizá es una medida de precaución de Melchor, Gaspar y Baltasar, que no sabrían qué hacer con la oleada de peticiones de solteros sin compañía, señores sin trabajo, amas de casa con marido borrachillo, políticos con ambiciones o periodistas sin inspiración.

Suponiendo que por una milagrosa providencia, los Reyes Magos se dignaran mañana a atender ruegos un poco más complicados que la autopista Scalextric con el McLaren de Fernando Alonso; estaría bien que atendieran un carta con temática cultural.

Lo primero que pediríamos sería que los encargados de asignar dineros a las instituciones culturales oficiales no sean tan marros. El año pasado, por ejemplo, tuvieron la puntada de darle al Forum Cultural Guanajuato 30 mil pesos para difusión ¡de todo el año! Con eso no se paga ni una plana en el A.M.

Así, que Melchor, por favor haz que las tijeras de diputados y secretarios de finanzas apunten a otro lado a la hora de los ajustes. Cosa de quitar algunos espectaculares de funcionarios sonrientes, los nexteles de funcionarios que los usan para preguntar de qué querían sus compañeros las tortas o los boletos de primera clase y nos queda para un festivalito de teatro de calle.

Queridos Reyes Magos, traigan también sapiencia y entendederas a quienes se encargan de la programación cultural en las instituciones públicas. Que traten de obtener más valor por nuestro dinero, pero que a la vez no traten de ver a los artistas como personas necesitadas de que les hagan el favor.

Que aparten de cualquier órgano a decisión a personas prejuiciosas, ignorantes, con gusto estético del siglo XIX o pertenecientes a alguna sociedad secreta con tendencias de censor. Que no permitan que la cultura sea atacada con argumentos demagógicos y facilones.

Generosos señores del caballo, camello y elefante, ayuden a los artistas grilleros que no han aprendido a rascarse con sus propias uñas y a esos poetas desprovistos de autocrítica que por el hecho de ser elogiados por sus compadres, creen que ya deberían publicar en Ediciones La Rana.

Señores Reyes, den templanza y tesón a todos aquellas personas que en algún momento se aventuran a ser promotores culturales o llevar adelante una idea de manera independiente. Hagan que por un día todos los patrocinadores que darían sin chistar los uniformes para un equipo de fútbol llanero, tengan el mismo desprendimiento para apoyar un coro infantil, becar a un tenor o comprar un cuadro de un pintor local.

Permitan que la cultura y el arte sean un tema de discusión y participación pública tan plural y apasionado como, por ejemplo, el fútbol (pero sin los aficionados rijosos, claro está). Que un día, los obreros llegue a la fábrica no diciendo “¿A qué les supo ese 4-0 del Toluca?”, sino “¿Ya ven? Les decía que la Sinfónica era una buenaza con Wagner”.

Gaspar y Baltasar, ustedes que saben de entendimiento entre personas de origen distinto, ayúdennos a no desdeñar ninguna propuesta porque se nos hace “rara” o “cosa de locos”. Permitan que abramos nuestros ojos y entendamos que el mundo es muy grande. Regalen a cada persona un poquito de curiosidad y de valor para irse al teatro o al museo, nomás a ver qué pasa.

Denle vitaminas a los que están construyendo el Museo y el Teatro del Forum Cultural Guanajuato. Ayuden a darle una manita de gato a tanto monumento arquitectónico descuidado en la ciudad y aplaquen esas patadas por debajo de la mesa que bien saben que se dan algunos funcionarios en duelos de ego.

Y ya que andan tan espléndidos, hagan que TV Cable de León reponga Film&Arts en su barra de canales; que Radio Universidad de Guanajuato se escuche por todos lados que la señal del Once y el 22 llegue a televisión abierta.

Hagan que la Sinfónica de la Universidad de Guanajuato se presente en León más seguido y ayuden a que más grupos leoneses vayan a muestras y festivales nacionales.

Publicado en A.M. León el 5 de enero de 2008.