En tres semanas será inaugurado en San Miguel de Allende el 9º Festival Internacional de Cine Expresión en Corto, un acontecimiento que comenzó hace casi una década como un esfuerzo casi personal de Sarah Hoch y sus colaboradores y que se ha convertido ya en el segundo evento cultural más importante del estado, después del Cervantino.
Creado como una plataforma para la difusión del quehacer de las nuevas generaciones de cineastas, Expresión en Corto se ha convertido en el festival de referencia a nivel latinoamericano en el rubro de cortometraje y en una fiesta que congregó el año pasado a casi 70 mil personas.
Tal cifra es digna de admiración, tomando en cuenta que el Festival nació como una pequeña reunión fílmica en un fin de semana en San Miguel de Allende que cabía perfectamente en el diminuto Teatro Angel Peralta. Ahora, la asamblea fílmica dedicada al documental y distintos géneros del cortometraje, es un monstruo de una semana de duración que cubre a dos ciudades y es imposible de abarcar en su totalidad por una sola persona.
Expresión en Corto ha sido un proyecto ejemplar en la entidad. Ha estado alejado de pleitos y cuestionamientos, nunca se ha traicionado a sí mismo, ha crecido año con año, ha sabido renovarse manteniendo su esencia y se ha constituido como un proyecto competitivo con estándares internacionales. Es difícil decir todo eso de cualquier otro programa cultural en Guanajuato.
Adicionalmente, el festival comandado por Sarah Hoch ha sido una ejemplar lección de colaboración multi institucional. Altamente meritorio es poder reunir en un esfuerzo común a dependencias gubernamentales, instituciones nacionales e internacionales y a importantes empresas del sector audiovisual y cinematográfico.
Apoyado por
Ahora que se avecina un cambio de administración es conveniente decir que darle un estímulo financiero extra por parte del Gobierno del Estado a Expresión en Corto es un acierto que redunda en un amplio espectro de beneficios, no sólo se incentiva un valioso programa cultural, sino que se atrae turismo, se genera derrama económica, se apoyan nuevos talentos y se genera una imagen atractiva del estado, especialmente de las ciudades que reciben al Festival.
Por el contrario, empezar las maniáticas tareas de recorte presupuestario en los terrenos de la promoción cultural, y muy específicamente, en este festival, sería un grave error.
Vale la pena decir todo esto, dado lo poco que hablaron de cultura los candidatos a la gubernatura. Esperemos que haya sido por falta de tiempo y no de ganas y que Expresión en Corto, así como el Cervantino, el Internacional de Arte Contemporáneo, Titerías, el Internacional de Organo y todos los demás festivales de importancia de Guanajuato reciban esa bienvenida palmadita en la espalda del gobierno.
Ases bajo la manga
Expresión en Corto aún no presenta el programa oficial para su nueva edición, que se desarrollará del 22 al 29 de julio bajo el tema del “Rompimiento”, pero ya se ha adelantado que incluirá la proyección de más de 900 cintas en sus diversas secciones.
El festival, que en su etapa culminante se expande por diversos recintos de Guanajuato capital, es más que una proyección sin fin de películas. Abarca también conferencias, talleres para niños, exposiciones, el rally Malayerba de producción de cortometraje en 24 horas y distintos eventos para especialistas, como el Pitching Market y, por primera vez, el Primer Encuentro de Documentalistas Doc Lounge.
Falta por develarse quienes serán las personalidades homenajeadas este año y si realmente estará por estos lares Quentin Tarantino, uno de los directores emblemáticos de la cinematografía estadounidense de la última década.
Si le faltaban motivos para visitar San Miguel de Allende y Guanajuato entre el 22 y el 29 de julio, ya tiene varios.
Publicado en AM León el 1 de julio de 2006.
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