Antes no empezaba mi día sin cafeína. Ahora, debido a que ya no tengo cafetera en la oficina, la dosis es de bilis al abrir el periódico.
Ahora me escandalizó el revuelo con lo de la educación sexual desde el kínder, donde barbaridades más, barbaridades menos, el inefable alcalde Ricardo Alaniz declaró ayer en un evento que no hay que permitirla porque "les va a despertar una curiosidad que querrán saciar de algún modo" y que es algo que "debemos hacer que quede dormido". Ver nota en AM. (Requiere registro previo gratuito) . ¿O sea? ¿Viva la feliz ignorancia?
Ya nuestro buenazo presidente municipal se apuntó para tramitar un amparo y permitir que en León a los niños les sigan diciendo que "salieron de una cajita" (como dice una señora en el sondeo publicado en la página 2 de AM este martes. No, no lo busquen, no fue reproducido en el sitio web del periódico). Lo que si vale mucho la pena leer son los argumentos y aclaraciones de la senadora María Lucero Saldaña. Bastante atinados (si así fueran los senadores para debatir la ley Televisa, otro gallo nos cantaría).
Muchos padres claman a los cuatro vientos que la educación sexual es responsabilidad de ellos. ¡Ay, por favor! ¿Y más o menos qué enseñan?
Como padre, no me preocupa que mi hijo sepa que debe querer y respetar su cuerpo, que no debe permitir que nadie abuse de él y que debe esperarse a darle vuelo a la hilacha hasta que tenga la madurez suficiente para enfrentar las consecuencias de ello.
Me preocupa, en cambio, que por falta de información, haya niños que consientan el abuso de familiares, maestros y hasta sacerdotes y que haya niñas de 14 años pariendo.
Ciertamente vale la pena discutir cuál es la frontera entre la responsabilidad familiar y la del estado a la hora de establecer los contenidos educativos, pero de ahí a luego luego poner la casaca moralista por delante en lugar de una reflexión seria, hay mucho trecho.
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1 comentario:
Comparto totalmente tu opinio Joselito, desafortunadamente en León, este hombrecito que se dice presidente, quiere conservar sacerdotes abusadores y niños brotando como margaritas, ja! pero de lechugas eh???
En fin y luego se preguntan por que somos tercermundistas??? sería bueno preguntarle a Alaniz si le tiene miedo al "coco"....
Saludos eh???, besos y abrazos.
Lety
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