julio 19, 2007

Dos festivales que prometen

Sólo cinco días separaron la presentación de los programas del Festival Internacional de Arte Contemporáneo y el Festival Internacional Cervantino, dos de las citas más importantes para la cultura en la localidad.

Aunque cada cual tiene sus tiempos, vocación e historia, se puede percibir tanto en el FIAC como en el FIC una gran solidez en sus carteles y en el caso del festival leonés podemos estar ante una de las mejores programaciones que haya tenido.

El Cervantino luce plenamente ahora la mano de Mini Caire, quien el año pasado había recibido el paquete mayormente armado al estilo de Ramiro Osorio.

Ciertamente hay quien ya se espantó de que se extinguieron los grandes espectáculos de Los Pastitos o que se pregunte con incertidumbre que será del Ciclo de Música Contemporánea, que ha desaparecido nominalmente del programa (aunque ese tipo de conciertos se seguirán ofreciendo en el Salón del Consejo Universitario, su foro habitual).

Es indudable que en un festival como el Cervantino no siempre se puede tener todo y menos cuando se enfrenta una reducción presupuestal de 12 millones de pesos y peor aún, cuando no queda claro si el FIC será organismo descentralizado o comité organizador.

Aún queda gente que piensa que al Cervantino deben llegar esos carteles fastuosos de los tiempos de Carmen Romano de López Portillo, con el Bolshoi, la Filarmónica de Londres y la Royal Shakespeare Company juntos en la misma edición. La verdad es que ni es posible tal cosa en estos tiempos y parece que tampoco es necesaria.

A Osorio siempre le reclamaron que no trajera “estrellas”, pero a la hora de la hora, los espectáculos programados cumplían sobradamente (especialmente esos montajes teatrales alemanes) y a Sergio Vela se le reprochaba su sesgo hacia la música académica, lo que prueba que en esto nunca se le da gusto a todos.

Caire sí programa estrellas, pero son estrellas muy contemporáneas: Laurie Anderson, Angelique Kidjo, Mafalda Arnauth (que tiene muchos fans que dicen que es mejor que Teresa Salgueiro, la diva de Madredeus) Baaba Mal (que nos la debe del año pasado) o Zhiang Yimou, el prodigioso cineasta metido ahora de director del Ballet Nacional de China.

Tal vez sería osado decir que con cada cambio de director el Cervantino haya perdido o ganado cosas. Lo más correcto sería asumirlo como distintas exploraciones e interpretaciones de ese infinito que es el arte. Es una apuesta y un descubrimiento, un necesario refrescamiento de las concepciones con más bondades que perjuicios.

No existe el FIC perfecto. El más diestro futbolista tiene alguna flaqueza, el mejor auto siempre tiene algún detalle que va a la zaga, esa computadora que nos gusta por aquello, no nos convence por lo otro. Así son muchas cosas en la vida y eso no hace que la disfrutemos menos.

En lo que respecta al FIAC, se avizora un muy buen cartel. Se nota tino en la programación y una cohesión general en torno al tema de lo Glocal (salvo quizá la función de danza odissi con Moumita Ghosh, que “brinca” demasiado en la cartelera).

Que el festival leonés tenga como invitado nada menos que a una de las estrellas del Festival de Avignon (Josef Nadj) sienta un muy buen precedente y que los boletos para esta cita con el arte de nuestros tiempos no pasen de los 120 pesos hacen que faltar a alguno de los buenos espectáculos que incluye el programa roce las fronteras de lo criminal.

Y es que el FIAC no serán sólo buenos espectáculos, también hay un muy sólido programa académica “curado” por esa eminencia que es Héctor Gómez Vargas y el nuevo “ataque” de la dupla David Ramírez Chávez-Mario Méndez, realizadores de la ya célebre “Toma del Barrio” y que ahora se adueñarán de la antigua Estación de Ferrocarril para orquestar el “Proyecto 6/18”.

El nombre hace alusión a las horas y minutos que tardaba el tren en llevar cualquier información de León a la Ciudad de México, por lo que la propuesta es una reflexión sobre el antes y el después de este flujo de conocimiento, que actualmente se desplaza con celeridad.

Publicado en A.M. León el 14 de julio de 2007.

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