El club de futbol León ya se ha convertido en algo así como la París Hilton de la sección deportiva. Cualquier cosa que suceda a su alrededor se convierte automáticamente en noticia, lo que para muchos (incluyéndome) no deja de ser irritante.
¿Qué que pienso del pretendido apoyo oficial para "Garantizar los sueldos de los jugadores"? Que es aberrante sin más ni más. Hasta los más fanáticos del equipo así lo creen. No se vale que se quiera chatajear a una ciudad con un equipo de fútbol. Es algo completamente enfermo. Si vamos a pagarle el sueldo a un jugador de fútbol exijo que sea del mismo monto que el de un policía, un agente de tránsito o bombero, gente que de verdad sí se anda jugando la vida por la ciudad.
Lo que más me sorprende es el volantazo que ha dado el alcalde Vicente Guerrero. Al inicio de su administración se ganó mi simpatía al terminar con la proverbial alcahuetería de Alaniz con el Club León diciendo que "tenemos otras prioridades". Y ahora sale con que hay que apoyar al equipo porque cuando gana "Sube la productividad de las empresas porque los obreros llegan más contentos". Pues si un trabajador es tan inmaduro emocionalmente como para que su trabajo dependa de si ganó o no su equipo, más bien debería buscarse terapia, no servir de argumento demagógico.
Y ahora me toca leer zonzeras como que "El equipo vay muy bien y su valor está subiendo como la espuma si alguien lo quisiera comprar". Supongo, con esa lógica, que debíamos haberlo comprado en esas mediocres campañas de antaño, cuando no le podía ganar a la poderosísima escuadra de los Petroleros de Salamanca.
Entendámoslo de una buena vez: este equipo León no es el equipo León de los 50's; ya basta de esa terca añoranza por la gloria perdida; esta es una empresa privada; esto es un negocio; José Antonio García va a a cuidar los intereses de José Antonio García y esto es la pinchurrienta Primera División A, no la Liga Premier inglesa.
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