Ya terminó la campaña de TV Azteca de las 13 Maravillas de México, en la que, como muchos sabrán, finalmente quedó inscrita la célebra Calle Subterránea de la ciudad de Guanajuato.
No voté por un paisaje urbano que a mi me gusta por lo mismo que me desentendí de las New 7 Wonders: es una ardid mercadológico y en este caso hasta más burdo. Si ya de por sí me causaba desconfianza por ser una ocurrencia de una televisora que tiene a la cultura en un plano secundario, más comezón me dio enterarme que "inscribir" a la Subterránea en el "concurso" le costó al Gobierno del Estado 1.8 millones de pesos, a cambio de 72 días de promoción, según resume la nota de Enrique Rangel en A.M.
Que gaste el Gobierno por promover a la entidad no se me hace tan malo, pero sí es cuestionable que se oculte el hecho de que en realidad fue una campaña de TV Azteca de convertir a los gobiernos de los estados en anunciantes.
Además esto de "Las Maravillas" ya llegó a extremos de chacoteo, no sé por donde ví un anuncio de un antro que promocionaba "Sus 7 maravillas", que eran los tragos más populares. O sea.
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