Ayer, seguro que no fui el primer sorprendido de ver cómo hubo una cadena nacional en los canales de televisión abierta que transmitieron la comparecencia de los representantes de la Cámara de la Radio y Televisión ante el Senado para opinar sobre la reforma electoral.
¿De cuando acá las televisoras le dan tanta importancia a una comparecencia ante el Legislativo? Previamente me había tocado escuchar a Luis Niño de Rivera, vocero oficial de TV Azteca (si, este hombre que era ¡¡¡comentarista de toros!!!) diciendo que su televisora se oponía a ese atentado a la democracia, a la libertad de expresión y a la autonomía del IFE.
¡¡¡Y ahora esta el babosete de un conductor de TV Azteca diciendo que es necesario hacer un referendum para que el público se oponga a este atropello!!! (Recomiendo no ver noticieros nacionales en estos días: es toda una tentación a la enfermedad hepática escuchar la sarta de exageraciones, tergiversaciones e inexactitudes que la industria radiotelevisora va a estar destilando para defender sus intereses).
Pero claro, la discusión por estos valores patrios de democracia, libertad de expresión y ciudadanización pronto dejaron asomar el cobre de lo que realmente les cala a las televisoras: la prohibición de que los partidos políticos y cualquier otro organismo compre publicidad directamente en los medios electrónicos, y la exigencia de que los partidos hagan su propaganda en los tiempos oficiales (y gratis).
Nuevamente la hipocresía de nuestras televisoras sale a flote. No es que me guste mucho el aire revanchista que hay en la reforma electoral por mandar al demonio a los actuales consejeros del IFE (y darle gusto al PRD), pero en toda la propuesta hay muchas más bondades que perjuicios para la gente ordinaria (no Azcárraga y Salinas Pliego, a esos si les va a pegar): sobre todo el freno al gasto absurdo de dinero público en campañas políticas.
No salga Televisa con que por ceder 3 minutos (es apenas lo que dura un corte comercial) cada hora en su programación se va a arruinar (y los espectadores tampoco, seguirán haciendo lo que hacen, cambiandole de canal mientras). No salga TV Azteca con que eso es confiscación y que va a matar a las estaciones pequeñitas (como si se contratara tanta propaganda en los canales 6 u 11 locales por ejemplo).
Sí, sí, que malo que la reforma electoral no incluya apartados sobre reelección de legisladores o que prohiba tácitamente las candidaturas independientes (pa' lo que han servido), pero no son los industriales de la radio y televisión los más autorizados para tratar de frenar esa reforma con esos argumentos.
A ver cuando en este país dejamos de andar defendiendo cotos particulares e ignorando el bienestar general. Recomiendo el editorial del día de El Universal.
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