
Fuera de esos tres libros, que compré pero ya no están conmigo, creo que no tengo demasiada dramaturgia en mi biblioteca, aunque bueno, la antología electrónica publicada por la SOGEM hace unos años cubre bien el hueco.
No reiteraré lo valioso que fue Carballido para el teatro en México, simplemente quise dar testimonio del peso de su figura en mi propia vida. Lamento aún más profundamente que por una de esas tonterías, que son urgentes pero no importantes, no haya podido ir en septiembre a la conferencia magistral que dio en la Biblioteca Central.
Descanse en paz el maestro Carballido.
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