FIC: Nueva etapa

Cuando el río suena, es que agua lleva. Esa máxima popular se ha cumplido con puntualidad en lo referido al cambio de estafeta en el Festival Internacional Cervantino, dirigido desde la semana pasada por Lidia Camacho, quien ha relevado a Gerardo Kleinburg tras un mes de rumores.

Que el principal festival artístico del país cambie de mando a cinco meses de iniciar su edición número 37 raya en lo temerario. Hasta este momento, el porcentaje de avance del programa artístico es superior al 90%, por lo que Camacho, más que sus predecesores, tendrá que hacerse responsable de un menú que recibe prácticamente cocinado por otras manos.

La fundadora de la Fonoteca Nacional y ex directora de Radio Educación, emisora en la que inició su carrera hace casi 20 años, es indudablemente una de las funcionarias culturales de mayor prestigio del país, pero no son pocos a quienes “les brinca” el trasplante desde el mundo de los acervos sonoros, a la planeación de festivales multidisciplinarios, pero bueno, tampoco sería la primera funcionaria que diera una grata sorpresa llevando con mucha más pericia de la esperada su nueva asignación.

Gerardo Kleinburg es uno de los directores de paso más efímero que ha tenido el Festival desde su fundación. De hecho Oscar Urrutia (1972) y él, son los únicos que estuvieron al frente de una sola edición. Todo lo contrario de Sergio Vela y Ramiro Osorio, que llevaron el timón de la “Fiesta del espíritu” por nueve y cinco años, respectivamente.

Por lo pronto, coincidencia o no, ya hay un cambio apreciable en el FIC, que recién actualizó la imagen de su sitio web y anuncia ya las fechas oficiales de la jornada cervantina de este año, que no se olvida del Año Internacional de la Astronomía y cuyos invitados de honor son Québec y Zacatecas: 14 de octubre al 1 de noviembre.

Piano, piano
Primero por su gira a Egipto, luego por las vacaciones extendidas a consecuencia de ella y ahora por la contingencia sanitaria por la influenza, pero el chiste es que estamos en camino de tener el semestre “más silencioso” para la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato.

Los últimos tres conciertos de la orquesta dirigida por Enrique Bátiz, precisamente los que siguieron a su función de aniversario del 24 de abril, fueron cancelados como parte de las medidas de prevención de contagio por el célebre brote viral, por lo que, en lo que va del año, sólo se han podido escuchar cinco programas de su primera temporada en el Teatro Principal.

Los atrilistas de la OSUG volverán a estar ante el público hasta el próximo viernes 22, con Román Revueltas como director huésped y la pianista Eva María Zuk como solista; con un programa que incluye obras de Maurice Ravel y Peter I. Tchaikovsky. Eso en Guanajuato, porque para León todavía no hay señas de alguna visita de la orquesta universitaria.

De golpes a golpes
La influenza ha sido un estacazo al ocio no sólo en la ciudad, sino en muchísimas partes del país. Festivales enteros como los de San Luis Potosí y de Mayo en Jalisco, pasaron a mejor vida y aquí en León, ya estaríamos en la Feria del Libro, si no hubiera atravesado este mal bicho.

Pero curiosamente, las iniciativas independientes han resultado ser más resistentes que las dependencias oficiales. Todavía el fin de semana pasado estaban cerrados Explora y la Biblioteca Central, por ejemplo, mientras que algunos foros alternativos ya estaban dando funciones.

Uno de los eventos que ha podido escabullirse de la contingencia es la 4a Muestra de Cine de Horror Aurora, gestada por el artista plástico y diseñador Alejandro Montes Santamarina y que se realizará del 25 al 30 de mayo, en el Museo del Pueblo y el Patio del Ex Colegio Jesuita, en Guanajuato capital.

Por cierto que Montes Santamarina está exponiendo su obra plástica en la Unidad Académica para la Cultura y las Artes, en el Forum Cultural Guanajuato, para quienes quieran conocer esta faceta del fundador de la muestra fílmica que este año dirigirá una mirada especial al horror manufacturado en España.

Publicado en A.M. León el 16 de mayo de 2009.