No están para saberlo, pero la película que está en lo más alto de mi top ten particular es El final de la violencia, de Wim Wenders. No es la que la "opinión pública" tiene en mayor estima de este director, pero a mi me marcó especialmente.
Una de las subtramas de esa cinta transcurre en una especie de "Rincón poético de Dot" (perdón por la descripción a lo Animaniacs, pero era lo más exacto que se me ocurrió), donde varios personajes acuden a recitar sus poemas, pero con "mucha onda". Había por ejemplo, que se acompañaba con musica salida de una grabadora de mano.
Pensé que sería chido si algún día vería la poesía presentada de esa forma... Y una década después de haber visto al película, Los Perros Románticos y Los Ositos Arrítmicos de Lemuria me dieron ese gusto en el ciclo de poesía de la FeNaL.
El espectáculo que dieron juntos fue, por mucho, la cosa que más me "voló la cabeza" en la feria. Fue una tremenda lástima que hubiera tan poca gente, que los periodistas no hubieramos sabido bien de qué se iba a tratar eso (y no le hicimos todo el ruido que merecía) y que, por apiñarse tanto los eventos del ciclo, no pudiéramos ir a todos.
Me prendió mucho la frescura, la irreverencia, el humor, y la poesía haciendo guiños lo mismo a la filosofía que a la cultura pop más entrañable. Ojalá doña Cristina Vázquez y el ICL se apliquen a repetirles la invitación y los volvamos a tener en León.
La reseña del evento en A.M., por aquí.
junio 30, 2009
El secreto mejor guardado de la FeNaL
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Rocío Cerón
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