Fiestas sin pastel

Durante los últimos nueve días, pasaron, sin pena ni gloria, dos celebraciones culturales de las que en apariencia nadie en la ciudad se acordó.

Una de ellas fue el Día Mundial del Teatro, instituido desde 1961 por la UNESCO y el Instituto Internacional del Teatro (ITI) y que se celebra cada 27 de marzo… o cuando menos se celebra en muchas otras partes, menos en León, donde, a decir verdad, nunca se ha programado ningún acto especial para este fecha.

El arte dramático ha corrido una suerte opuesta a la danza, cuyo día internacional, el 29 de abril, sí ha tenido eco en León desde hace algunos años. Durante algún tiempo, la Feria del Libro tenía una programación especial para ese día (cuando coincidía en fechas) y hasta la Universidad de la Salle Bajío se ha sumado con su programa Danzarte.

Lo bueno es que, sin celebración oficial de por medio, la cartelera regular mostró tres funciones de grupos teatrales independientes que hacían su temporada ese día. Ojala en alguna se hayan acordado, como se estila en ese día, de leer un mensaje especial antes de la función, que es escrito cada año por una personalidad distinta del teatro, como en este caso el dramaturgo brasileño Augusto Boal, creador del llamado “teatro del oprimido”.

La otra celebración, que debió ocurrir este 1° de abril, fueron los 75 años de la radio en León, que son también los que tiene este medio de comunicación en la entidad, toda vez que nuestra ciudad fue la primera en Guanajuato en contar con una emisora, la XEAZ, de muy efímera existencia.

A reserva de equivocarme porque no estoy las 24 horas pegado al radio y sintonizando todas las estaciones a la vez, pero no me tocó escuchar alguna mención a esta efeméride en las emisiones radiales a las que estoy expuesto.

Cabe aclarar que hay unos cuantos que sí se acuerdan de esta conmemoración, como el Círculo Leonés Mutualista (que en su tiempo fue la sede de esa primera emisora) y la Escuela de Actuación y Locución Stanislawski y Hertz, quienes están organizando una exhibición de radios antiguos para el 10 de abril.

No es como que el día perfecto para algo así (es Viernes Santo), pero bueno, cuando menos no pasará tan en blanco este homenaje a un medio de comunicación que, con una influencia un tanto diluida por las nuevas tecnologías, todavía sigue siendo compañero de vida para casi todos nosotros: desde las señoras que sintonizan la LG mientras arreglan a sus niños (para estar al pendiente de qué hora es), hasta los que desayunan con su noticiero favorito o los que escuchamos las sabrosas boberías de algún “morning show”.

Sin biblioteca
Ya sabemos que el Registro Civil es muy probablemente la dependencia estatal que tiene fama de tener más periodos de descanso al año, a pesar de que en ninguna fecha dejan de nacer o morir personas, pero parece que la Biblioteca Central Estatal le quiere hacer la competencia.

Nuestra apreciada biblioteca se irá de vacaciones toda la Semana Santa y Pascua, a pesar de que su vecino, el Museo de Arte e Historia, estará dando servicio de manera normal y que el Forum Cultural Guanajuato ofrecerá un nutrido programa de actividades para niños durante la Pascua.

No queremos debatir acerca de si el personal de la institución se merece o no esos descansos, pero ¿todos al mismo tiempo?. No cuadra que mientras sus muy cercanos vecinos estructuren algo para ofrecer a la ciudadanía en un periodo especial de ocio, ellos desperdicien la oportunidad de aprovechar esas audiencias para continuar su misión de fomentar la lectura. Si la Wigberto Jiménez se creó, entre otras cosas, para romper el paradigma de biblioteca orientada a tareas escolares, ¿por qué descansa junto con las escuelas? No es coraje, nomás inquietud.

Publicado en A.M. León el 4 de abril de 2009.