Seguro notaron, desde hace unas semanas, que aparecieron espectaculares de Once TV anunciando novedades. Tal vez, como yo, ligaron una noticia previa de que Felipe Calderón había sugerido a los implicados de su gabinete para que "vieran a qué piedra se suben para que el canal Once llegue a todo el país".Pero no. Los espectaculares no eran porque el Once ya pudiera verse por señal abierta, sino porque el 30 de marzo hubo cambio de imagen y de programación en la televisora perteneciente al Politécnico Nacional, encabezada desde febrero por Fernando Sariñana (quizá lo recuerden por películas como "Todo el poder", "Amarte duele"... o por ser el papá de Ximena Sariñana).
Ahorita nomás quiero comentar el logo, que por primera vez no ha sido hecho "in house", sino encargado a un despacho externo. No me gustó. Es excesivamente retro y voluminoso, además de que, como marca de agua en la pantalla, pierde claridad. Por si fuera poco, el logo anterior del Once, más moderno y minimalista, apenas superó el año de vida, pues lo habían estrenado en noviembre del 2007.
Espero que en todo lo demás, Sariñana tenga mejor mano con este multipremiado canal cultural.
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