
Sáquenme de la duda pero, ¿no nos habíamos librado ya de esos spots chantajistas y ridículos antes de la función? Yo no recuerdo haberlos visto en mis idas al cine más recientes, hasta que fui a "El curioso caso de Benjamin Button" y noté no sólo que regresaron, sino que hasta hicieron nueva versión (unos adolescentes haciéndole burla a su compañera porque su papá le compraba películas pirata).
Lo bueno es que ya tienen la decencia y los pantaloncitos de decir quien es el "genio" detrás de tan molesta campaña: la Cámara Nacional de la Industria del Cine y el Videograma (su sitio web no funciona, así que no hay manera de mandarlos a saludar). A mi realmente me repatean porque, en primera, estos señores no son nadie para venirme a sermonear y mucho menos para decir cómo educar a mis hijos.
En segunda. Esa campaña no aparece en las películas piratas de a 15 pesos que venden en el tianguis. Aparece en el cine, donde pagué mi boleto, además de mis palomitas y refresco a sobreprecio; en los videos alquilados de Blockbuster que, de tan caros, sólo puedo rentar cuando están los "Martes a 15 pesos"; o en los videos originales que ya compré. O sea, fastidian a la gente que no es la que está consumiendo piratería.
Y en tercera, su guión y argumento son para llorar. Es el colmo del patetismo, de la falta de sentido común, de la moralina más trasnochada y del más descarado chantaje. Esta es mi opinión sosegada, pero también me suscribo a la más ardiente, deslenguada, sabrosa y escatológica del blogger tapatío César Rincón en La Mengambrea.
¿Que tal si la próxima vez que aparezca esta cosa en el cine chiflamos a coro?
1 comentario:
La verdad si da un coraje ver esos comerciales, como siempre, saturan y molestan a sus clientes cautivos.
Lo peor del caso es que son comerciales pésimamente hechos, y tan malos que son que dan ganas de ir a comprar peliculas pirata nomas para darles en toda la mad....
Saludos !!!
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