Como esas visitas al dentista que piensas que serán una tortura y al final ni un pellizquito sentiste... Así me sentí con mi conferencia del pasado viernes, en la Biblioteca Antonio Torres Gómez.
Me dicen que no estuve tan de lo last y que a ratos hasta rocé la coherencia. A mí, que he estado en incontable conferencias abajo, me resultó muy chistoso estar por primera vez en la mesa frente a todos. Debo admitir que tuve una audiencia muy buena onda, entre estudiantes muy atentos, personajes que respeto mucho como don José Manuel Solórzano y antiguos colegas como Gilberto Olvera. Debo dar gracias de que no tuve por ahí a ninguno de mis "trolls", que se hubiera puesto bueno el asunto.
En general hablamos de que el periodismo cultural en la ciudad no puede entenderse despegado de su contexto. Gente hay que despotrica contra el bajo nivel y presencia que tiene en los medios locales, pero pues es que ¿cuántos medios locales nos quedan? ¿cuánto tiene el sector cultural de vida en León? Hace 20 años ni siquiera había un organismo oficial, ni se había acuñado el término "periodismo cultural" y hace 30 ni siquiera teníamos abierto el Doblado.
También hablamos de que el periodismo cultural se beneficiará de una ciudadanía de a deveras, que sea observante, propositiva y activa y que los nuevos periodistas culturales ya no deben atenerse tanto a entrar dentro de los medios tradicionales, sino que pueden usar las herramientas tecnológicas para crear sus propios canales (un blog, por ejemplo).
Agradezco desde aquí la confianza que tuvo la biblioteca, su patronato y su directora, Concepción Sashida para invitarme.
febrero 04, 2009
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