Este fin de semana se realizó el Rally de Gales-GB, la última prueba del Campeonato Mundial de Rally y aunque monsieur Sebastién Loeb, el piloto estelar de Citröen quedó en tercer lugar, eso le bastó para alzarse por CUARTA vez CONSECUTIVA con el título.
Este año, el piloto de Ford, Marcus Gronholm, no se la dejó tan fácil al galo, pues estuvo liderando el campeonato durante casi toda la temporada, hasta que un par de abandonos en las pruebas anteriores (Japón e Irlanda), dieron al traste con su búsqueda de un tercer título.
Aunque cuando ha sido el Corona Rally México, Loeb ha sido mi favorito, no estoy seguro que me cause tanta gracia su dominio aplastante en el WRC. Es el piloto con más victorias de la historia (36, contra 30 de Gronholm, que ha anunciado su retiro) y tiene el récord de más victorias en una sola temporada (10 en el 2005).
Sin duda estamos ante la resurrección de una figura tan dominante en la competencia, como lo fue Michael Schumacher en la Fórmula 1. Sin nadie pudiéndole hacer sombra, el serial se volvió tremendamente aburrido.
Así las cosas, el 2008 no pinta tan apasionante para el WRC. En la pista sólo habrá otro piloto que ha sido campeón del mundo, Peter Solberg, pero subido en un Subaru que ha sido tremendamente decepcionante desde hace un par de años.
A menos que el Citröen se volviera de la noche a la mañana tan rápido como un Volkswagen Sedán, no veo a nadie poniendo ni siquiera nervioso a Loeb. Y conste que no es reproche contra Loeb. Sin duda, es un extraordinario piloto, lo que me causa cierto malestar es la pachorra de los demás equipos con excepción de Ford y Citröen.
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