No hay mucho que comentar sobre la surrealista ubicación de este señalamiento de acceso para discapacitados. No sé cuantas sillas de ruedas estén habilitadas para la circulación a campo traviesa y sortear esos pedazos de concreto, el poco amigable desnivel y el suelo de tierra de esta equina.
La señal se ubica en la esquina de Francisco Villa y Timoteo Lozano, donde lo que en realidad sería muy útil sería un señalamiento de vuelta continua a la derecha para que los que circulamos por Timoteo Lozano pudiéramos incorporarnos a Francisco Villa (lo que sí pueden hacer los que siguen el trayecto inverso), sin quedarnos bloqueados por ese camión de volteo rojo que va a irse derecho, pero se queda a esperar el verde del semáforo.
No, no voy a hacer gala del desorden egocéntrico que hace que Doña Chonita diga “En vez de pagar esos bonos del secretario, deberían arreglar el bache de afuera de mi casa”. Nomás quería mencionarlo.
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