noviembre 16, 2006

Así no, EMP

Los guanajuateños deben estar a punto de odiar el Cervantino. No sólo por las hordas juveniles que invaden sus calles cada uno de los tres fines de semana de la “fiesta del espíritu”, sino también ahora por el Estado Mayor Presidencial.

El día inaugural del 34º Festival Internacional Cervantino, en Guanajuato, buena parte del centro de la ciudad estaba llena de vallas metálicas en el más amplio despliegue realizado para garantizar la seguridad del Presidente Vicente Fox, que por cuarta ocasión se apersonó en el festival.

Que buenísima onda que un presidente venga tantas veces al más importante festival cultural del país. Qué mal que por ellos se altere a tal extremo la vida cotidiana de una ciudad que fue hecha precisamente para disfrutarla caminando.

Podemos estar completamente de acuerdo en que es importante salvaguardar la integridad de nuestro primer mandatario, pero ¡Hombre, si ya hasta el municipio de Guanajuato (que tanto se resistió) es panista! No hay estado de la República más panista que el nuestro y a la mayoría nos cae muy bien Chente (sí, ¿a poco no le decimos así?).

La cosa pecó esta vez de excesiva, porque las barricadas cubrieron hasta el Teatro Juárez ¡y Fox nunca llegó ahí! Los periodistas llegamos a pensar que el memorando que colgaba en la sala de prensa avisando que el presidente no iría al evento del Juárez era para despistar al enemigo, porque era cuestión de salir a la calle para sospechar lo contrario

Lo triste es que el aparato de seguridad sí afectó la fiesta. ¿Sabe cuántas butacas vacías había tan sólo en el primer piso del Juárez? Por lo menos 60. Y ya ni le digo cuánto espacio sobró en los balcones. Igual y fueron lugares asignados a miembros de la comitiva que, una vez que supieron que no iba el mero mero, se hicieron ojo de hormiga, pero también debieron ser de más de algún invitado que, viendo el laberinto de vallas, mejor decidió a quedarse a tomar un café en el restaurante más a mano.

Ya el Estado Mayor Presidencial nos la hizo cuando el Juárez cumplió 100 años y Fox vino por primera vez, como presidente, al FIC. Hubo una prohibición tajante a meter cámaras fotográficas y por lo tanto, ¿cuántas fotos hay de esa histórica función con la OSUG, Ramón Vargas y Verónica Villaroel? Ninguna. Cedimos para darle seguridad al jefazo, ¿pero qué recibimos a cambio? Nada. El EMP nos robó un cachito de la historia del más emblemático teatro guanajuatense.

Con todos los militares talentosos que tiene el EMP, ¿por qué no encontrar una estrategia de seguridad más creativa y que conflictúe menos a la ciudad anfitriona? O más fácil ¿Por qué no simplemente recordar que Fox es nuestro paisano y que no será aquí donde le avienten un jitomatazo?

Hmmm.
Vaya sorpresa nos ha despachado el alcalde electo, Vicente Guerrero Reynoso al anunciar su gabinete y su reorganización de la administración municipal.

En lo que nos toca, sorprende que se haya establecido una Secretaría de Educación, Cultura y Deporte. Ese tipo de empaquetado de tres áreas tan diferentes es propio de la administración pública de hace 20 años y se ha abandonado paulatinamente porque aprendimos que, con lo complicado que le resultaba a los funcionarios atender la pura educación, ya no quedaban tiempo ni recursos para lo demás.

Es difícil también nombrar a un titular para un organismo trifuncional. El profesor Ramón Hernández Hernández será muy respetado en el ámbito educativo, pero ¿quién es en la cancha cultural? ¿de qué juega en el escenario deportivo?

Aunque la intención de fondo es buena -optimizar los recursos públicos y establecer una sinergía entre áreas afines-, hacer una secretaría así es meterse en terreno pantanoso, más porque no se explica qué va a pasar con el Instituto Cultural de León y la Comisión Municipal del Deporte, que son organismos descentralizados. ¿Perdurarán, desaparecerán, cambiarán? No se pierda nuestro próximo capítulo.

Tiene pinta
Durante la inauguración del FIC en León, ante la ausencia de Juan Antonio García, David Ramírez Chávez estuvo representado al consejo directivo del Instituto Cultural de León. De verdad que sí tiene pinta de presidente de consejo directivo del ICL.

Publicado en A.M. León el 7 de octubre de 2006.

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