Culto y ameno

Muy digno de una palmadita en el hombro es el hecho de que la Feria Nacional del Libro, que mañana concluye, haya tenido una programación con figuras literarias donde se encuentra la profundidad y rigor de las reflexiones sobre la novela y la identidad latinoamericana de un Gonzalo Celorio, con las observaciones agudas y livianas de un Pablo Boullosa.

Boullosa es un personaje paradigmático en la televisión mexicana, una de esas “rara avis” que han podido llevar la cultura a las pantallas dominadas por los criterios comerciales y la dictadura ramplona del “rating”. Es también la prueba viviente de que los intelectuales pueden ser divertidos y amigables.

Ya sea entre pesas y aparatos de ejercicio (“El gimnasio”), o entre copas y botellas de vino (“La barra de letras”), los esfuerzos de la gente como Pablo Boullosa por darle un rostro amable a la cultura en los medios electrónicos son más que encomiables y representan un soplo de aire fresco ante la solemnidad acartonada de, no sé, cosas como “La hora nacional” o los spots del Conaculta.

Y es que no por ser divertido, se deja de ser inteligente o ameno. Una prueba categórica es esto es la campaña publicitaria del MuseumsQuartier, un impresionante complejo de museos e instituciones culturales en Viena que para promocionarse ha tomado lo mejor de las estrategias de imagen contemporáneas.

Los curiosos, pueden echarle un vistazo a la página web www.mqw.at. y pasar a la sección de las postales electrónicas, donde se puede ver la más reciente campaña del foro cultural austriaco, protagonizada ¡por un hijo no reconocido de Mil Máscaras! Bueno, en realidad es un héroe enmascarado, pero a los mexicanos nos parece de inmediato un luchador.

Y no se crea que el MuseumsQuartier es Disneylandia como para andar haciendo “esos desfiguros”. En él se asientan el célebre Museo Leopold, dedicado al arte austriaco de los siglos XIX a principios del XX; el MUMOK, que es el museo de arte contemporáneo, la Kunsthalle, que es una sala de exhibiciones aun más contemporáneas y el Zoom, un museo para niños, además de otras instalaciones.

Ojala que los ejemplos de Pablo Boullosa cundan en los medios y del MuseumsQuartier en las instituciones culturales de este lado del charco, donde más bien nos rompemos la camisa porque en una biblioteca se toman fotos para un catálogo de moda.

Talento leonés
Un poco anunciado de sopetón, pero ayer se realizó en el Auditorio Jorge Ibargüengoitia un recital pianístico con el concertista y profesor estadounidense Sergio Ruiz, director de la división de piano de la Escuela de Música de la Universidad Estatal Sam Houston, de Texas.

Claro que es toda una figura el maestro, pero de quien deseaba hacer una mención es de una de sus más destacadas alumnas, la leonesa Ana María Fernández Orozco, una prometedora intérprete que ha ganado premios en varios certámenes pianísticos de Texas, territorio estadounidense al que se trasladó para continuar su formación hace algunos años.

Fernández Orozco es muy, muy joven, pero ya a los 12 años andaba dando conciertos con la primera Orquesta Sinfónica Infantil de México y aquí en León se presentó con la Camerata Juvenil de Guanajuato, además de dar un par de recitales solistas.

Que bueno que Ana María ha tenido el apoyo de sus padres para llevar su talento musical al máximo. Es una pianista de gran sentimiento y arrojo a la que vale mucho la pena seguirle la pista.

Ni tan corto
El Festival Internacional de Cine Expresión en Corto, orgullo de Guanajuato, nos presume esta semana que, ya cerrada la convocatoria, la participación para su décima edición ha roto todos los récords: más de mil 200 trabajos remitidos desde 70 países (¡Guau!)

Por si fuera poco, el festival dirigido por Sarah Hoch y Ernesto Herrera está ahorita en Cannes en la Short Corner del célebre festival francés, haciendo presencia junto con los más importantes festivales mexicanos, como el Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México y los de Guadalajara y Morelia. Enhorabuena.

Publicado en A.M. León el 19 de mayo de 2007.