Ya saben, me irritan en extremo los personajes y situaciones sobrevaluadas. Y Cuauhtémoc Blanco es uno de ellos. Me pega un cólico biliar cada vez que algún atarantado sale con que este monito es “el mejor futbolista de México”, cuando en realidad no ha dejado de ser un pandillero de Tepito, gane los millones que gane.
Es inconcebible que un “profesional”, que gana más que los mejores investigadores de la UNAM o que el director de cualquier orquesta del país o que un bailarín de primera clase como Jaime Vargas, suelte un codazo a la panza de un rival en un juego de la Copa de Oro. ¿Tantos años y no entiende la diferencia entre una cascarita en la calle y un juego con la Selección Nacional?
Por lo demás, ya se sabe, es de vergüenza el mediocre fútbol que exhibe México en toda competencia internacional, así que esas derrotas con Honduras o las penurias para ganarle a la gran potencia futbolística mundial que es Cuba, son cosas a las que deberíamos acostumbrarnos, mientras en este deporte importen más las poses de divos de Hugo Sánchez, los pucheros de Salcido porque no es titular o los berrinchitos de Blanco.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario