En esta epoca de reencuentros, por fin sucede uno que si tiene sentido: el de Soda Stereo, la agrupación argentina comandada por Gustavo Cerati que tan buena música nos recetó durante los noventas.
Para mi generación, Soda Stereo fue una de las marcas distintivas. Desde su época de "The Cure tropicalizado" ("Cuando pase el temblor"), hasta su despedida temporal entre lúbricas atmósferas electrónicas de "La ciudad de la furia". Al contrario de ciertas agrupaciones que no son capaces de derumbar la cortina de sombreros verdes y se plagian a sí mismas, Soda mostró una progresión y evolución con estilo.
Será todo un placer verlos de nuevo en acción y claro que me apuntaré para ir a la plaza más cercana a la que lleguen. Todavía estoy apenado de no haber ido al concierto que Gustavo Cerati dio en el Domo de la Feria hace unos años (y haber dejado el campo libre a un colega que escribió una reseña realmente muy desubicada).
Que se oiga ese "Gracias totales".
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