enero 07, 2009

Mi evento del 2008

A final de año, es costumbre hacer listas y recuentos de los más notable. Ando de vacaciones y no sé si tenga chance de sentarme a escribir mi Joselómetro del año, pero sí tengo clarísimo cuál fue el mejor espectáculo que me tocó ver en el 2008.

Tirant lo Blanc, de Calixto Bieito y Teatre Romea, en el Cervantino.

Ningún espectáculo me pareció más sorprendente, irreverente con causa, divertido, exhuberante, delirante, explosivo y con toque maestro. Si hubiera podido, me hubiera aventado todas sus funciones, con todo y que duraba más de tres horas el chistecito. Es el tipo de cosas que hacen que uno se sienta afortunado de ser periodista cultural.

Ojala el 2009 me traiga más regalos escénicos como este.

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