Falso orgullo nacional

Cosas como lo de la bandera pintada en Big Brother Australia y los fanáticos de la Selección Nacional de Futbol dejan aflorar la peor cara del nacionalismo.

En la nota sobre el partido de México contra Guadalupe (ya no le voy a ir a los rivales de México, siempre pierden. Lo hacen nomás por molestarme), en El Universal, había un vínculo hacia un foro de discusión. Es increíble el grado de obsecación de los fans. Hay algunos que de plano acusan de Malinches a quien ose decir algo contra el sacrosanto Hugo Sánchez o el beatífico Cuauhtémoc Blanco. Abundan frases como "Hay que dejar de criticar y empezar a apoyar", "No hay que dividirnos". O sea, hacerse de la vida gorda ante la mediocridad contribuye a eliminarla, ¿no?

No. No le voy a ir a EUA para el próximo partido (tampoco puedo caer tan bajo). Pero tampoco me interesa. Para berrinches, prefiero los de Adiel sobre los de Salcido o Castillo; para gurús, prefiero a Mr. Keating de Los Poetas Muertos a Hugo Sánchez y para "héroes guerreros" prefiero a Nacho Libre que a los que aparecen en el mafufo comercial de TV Azteca.