No es raro que lleguen al Cervantino, grupos de los que las semblanzas dicen que son los mejores de su país. Algo que a veces resulta ser inexacto o exagerado. No ha resultado así con la Compañía de Danza Moderna de Beijing, que el pasado lunes 15 despachó una sensacional función en el Teatro Doblado.
Sorprende el nivel que tiene este grupo tomando en cuenta: uno, que tiene apenas 10 años de historia y dos, lo duro que resulta en China que las expresiones de arte actual despeguen. Los de Beijing, dirigidos por Zhang Changcheng, demostraron que nada de eso les resulta problema, pues sus cinco coreografías lucieron un gran trabajo conceptual, una acertada sinfonía de movimiento y escenificación, mucho atractivo visual y sobre todo, una virtuosa conjunción de referencias ancestrales chinas y estética contemporánea.
Tocado por el butoh, los chinos presentaron las coreografías solistas "Ave", donde las alas del protagonista se volvían ataduras y "Flor" que concentra su expresividad en el rostro del protagonista (y cuya imagen es la que aparece en el poster oficial de esta edición del FIC). También ofrecieron las colectivas "Unfettered Journey", que parecía una baile extraído de The Matrix (está bien, es una apreciación muy superficial, pero el vestuario no me remitía más que a la película) y la imponente "Quietud", basada en recursos muy elementales, pero con un efecto general impactante.
El cierre fue "Jue/Aware", que sola duraba más que todas las coreografías anteriores y que básicamente, mostraba la tensión entre la modernidad y la tensión en la historia de dos mujeres de características opuestas y complementarias, en las que la esencia de una terminaba penetrando a la otra. Muuuuy buena, aunque quizá un poco más larga de lo necesario.
Foto: Cortesía FIC
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