F1: Tragedia griega

Sí, ya sé que esto pasó hace 15 días, pero qué quieren, no había tenido chance. El campeonato mundial de Fórmula 1 tuvo un final que ni escrito por Esquilo o Sófocles: fue toda una tragedia griega donde la arrogancia y la vileza de un equipo (McLaren) recibieron castigo divino; mientras el "héroe" que pasaba mil batallas y que nadie dada un quinto por el, al final se alzó con el triunfo.

Uno de los comentaristas de Fox Sport, dijo mientras Kimi Raikkonen recibía su trofeo, "Como dicen en mi tierra: el de arriba ve"; o lo que es lo mismo: "Hay un Dios".

Y es que la carrera final de la temporada en Brasil fue un amasijo de emociones desde el arranque: casi brinqué cuando Fernando Alonso rebasó a Lewis Hamilton en la primera curva y, éste novato al fin, perdió de vista el bosque por quedarse viendo un árbol y se salió de la pista. Luego, cuando su auto perdió potencia inexplicablemente (dice Ron Denis que falló un sensor y dijo una nota aprócrifa que Hamilton había apretado el inexistente boton de Reset), todos los aficionados nos quedamos con la cara de que estaba sucediendo lo imposible.

Mi equipo siempre había sido McLaren, pero este año realmente han hecho las cosas muy mal: desde lo del espionaje, hasta lo del pésimo manejo de la situación Senna-Prost que se dio con Alonso y Hamilton. Resulta paradójico que, al final, los números hayan terminado por darle la razón a la afirmación que nadie le creía a Ron Dennis (el mandamás de McLaren): "No tenemos preferencia por ningún piloto, los dos son iguales". Alonso y Hamilton se quedaron con 109 puntos y Raikkonen se hizo del campeonato con 110. Te lo tienes bien merecido, Ron Dennis, titulo Racingpasión uno de sus post.

¿Así o más pareja la competencia? Qué diferencia de esas épocas de aplanadora Schumacher, en que realmente no había quien le hiciera sombra al piloto alemán.

Merecido campeonato para Kimi y Ferrari. Sobre todo en esta última carrera se vio que trabajaron como un equipo, con toda una estrategia bien planteada desde el pizarrón. Vienen ahora cinco meses insoportables hasta el inicio de la temporada 2008 que, espero, tenga mucho más espectáculo en la pista y menos fuera de ella.